Por Sin Reservas
La delincuencia internacional está en el seno de la Iglesia y desde las más altas posiciones están incentivando los principales males sociales, vendidos al demonio y se están prestando para rendirle culto.
Es el caso de este cardenal Robert W. McElroy, que vendiéndole su alma al diablo, está tratando de sacar a Dios y la Santa Biblia de la Iglesia.
Pero lo sorprendente no es solo eso, sino que este se hace eco de un renglón, el más asqueroso de la retahila de males, aunque para confundir dice que todos los delincuentes caben en la Iglesia, y es que jamás han sido rechazados, lo que realmente es rechazado es que la tomen como refugio de las víboras que son.
Este dudoso elemento quiere que cualquier criminal, sin importar del ámbito que sea le sea suministrado el Cuerpo del Señor (La Sagrada Comunión), pero siempre haciéndose eco de un renglón predilecto, repetimos… el más asqueroso.
Escuche en el siguiente vídeo la reacción a las proclamaciones insidiosas de este mal llamado cardenal:
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