Por Washington Cabello
(NEW YORK, Estados Unidos).- Lamentablemente estas cosas van a seguir ocurriendo, ya que las personas, no acaban de entender que estas fieras no deben convivir con los humanos.
Un niño fue atacado ferozmente por uno de varios perros Pit Bull, que hay en su casa, donde reside junto a su padre, Joel Rivera, la madre, dos hermanos y una hermana.
Jeremy Rivera, de 5 años de edad, de origen puertoriqueño, se encuentra grave en un hospital de Brooklyn, ya que el animal le destrozó la cara.
La vivienda esta situada en la avenida, primer piso, en Riverdale, vecindario East New York.
«Hice lo mejor que pude para ayudar a ese bebé. Corrí allí. Fue tan horrible. Vi al niño acostado en el suelo, en un charco de sangre y sus carnes desgarradas», dijo el vecino de la familia Lloyd McCammon.
«Toda su cara izquierda había desaparecido. No podía respirar. Presioné su cara, pero no quedaba nada», narró el vecino.
«Le dije que tuviera cuidado con esos perros», relató el señor McCammon, que vive al otro lado de la calle. «Es triste. He conocido a Jeremy desde que estaba en pañales», agregó el vecino.
El padre al enterarse, corrió gritando «¡Oh Dios!». Trató de buscar de ayuda médica, pero se desplomó en la calle, informaron testigos.
Los vecinos dijeron que el padre del muchacho lo había llevado a dar un paseo con los perros dos días antes del ataque.
Uno dijo que no sabía que los pit bulls eran tan violentos. Mientras otro vecino dijo que nunca había visto a los perros, saltar sobre nadie.
El niño es muy querido en su cuadra, porque siempre mantiene una sonrisa, dijeron conocidos de la familia.
La familia había mantenido a los perros dentro de jaulas en la cocina del apartamento, dijo una fuente de policía.
La Unidad de Cuidado y Control de Animales se llevó al Pit Bull y tomó la custodia de los dos perros que fueron llevados a un centro en Manhattan.
Imagen: Jeremy Rivera. A la derecha, su padre llora desconsoladamente. (Fotos facebook y Milton Signman Walters / NY Post)
Cortesía: Miguel Cruz Tejada