Por Sin Reservas
Los familiares y amigos de Geraldine Sánchez Baldera, asesinada por Martín Batista Ogando, expareja, en noviembre del año 2017, exigieron que se acelere el proceso judicial, ya que aseguran el imputado, está recurriendo a tácticas dilatorias para evitar una condena.
Los jueces del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, tenían previsto conocer el juicio, pero fue aplazado para el 22 de este mes, debido a que la defensa alegó estar enferma.
En una audiencia realizada el 18 de diciembre del año pasado, se produjo un aplazamiento porque el imputado cambió de abogado por tercera ocasión, lo que a consideración de los parientes de la víctima, es realizado a propósito.
En ese entonces el tribunal advirtió a Batista Ogando, que si volvía a cambiar de abogados se le asignaría un defensor público.
Geraldine Sánchez Baldera, de de 28 años de edad, fue asesinada de un tiro en la cabeza, cuando el sujeto, le hizo una llamada telefónica la mañana del viernes, día 24 de noviembre del año 2017, a su lugar de trabajo, la empresa de software SITSCOP, en el sector Galá, del Distrito Nacional, para que saliera, con el anzuelo de llevarle algunas cosas para un hijo que habían procreado.
Este llegó a bordo de una yipeta, y supuestamente discutieron, asesinándola de un disparo a quemarropa en la cabeza, y no conforme le pasó por encima con el vehículo, huyendo de inmediato.
El frío y despiadado criminal fue enviado el 27 de noviembre del año 2017, por un año de prisión preventiva a la cárcel del 15 de Azua, por el juez de la Oficina de Atención Permanente, José Alejandro Vargas, acogiendo la solicitud de la Fiscalía del Distrito Nacional.
En esa ocasión el magistrado Vargas, le advirtió al criminal que está expuesto a una condena de 30 años de prisión (lo que nosotros entendemos, dede ser cadena perpectua)