Por Sin Reservas
El eldia.com.do, denunció en enero del 2015 que cada año toneladas de peces pequeños son capturados indiscriminadamente por nacionales haitianos, que con sus embarcaciones violan las aguas territoriales dominicanas por la bahía de Manzanillo, en Monte Cristi.
El problema aún late, por lo que a continuación la vamos a reproducir:
La situación no ha dejado de ser alarmante para los pescadores de la zona, ya que dicha práctica está destruyendo la reproducción de innumerables especies marinas.
“Están acabando con los pargos, las tortugas, el manatí y muchísimas otras especies”, comentó Jesús Belliard, un pescador nativo de ese municipio, mientras se encontraba frente a las tranquilas y hermosas aguas de esta bahía.
Sin embargo, el tono en que Belliard se refería a la problemática distaba mucho de la quietud del mar, debido a que considera que es un “crimen” lo que está sucediendo.
Redes mortales
No obstante entrar a las aguas territoriales dominicanas, los pescadores haitianos utilizan equipos conocidos como “chinchorros de arrastre”, que no son más que unas redes de hilo de nylon con menos de una pulgada de diámetro. Ese instrumento es combinado con pedazos de plomo que llegan hasta el fondo del mar que a su paso se lleva todo tipo de peces, en su mayoría aquellos que no tienen el tamaño para ser atrapados.
Muchas de las especies que son capturadas en dicha red son similares a los “guppies”.
“Habrá alevines que se escapen de esos chinchorros. Entonces si nos acaban con los peces pequeños cómo se hará la reproducción”, cuestionó Hicial Blanco, presidente de la Asociación de Pescadores Guardianes de la Bahía, entidad que agrupa los que se dedican a este oficio.
Indiferencia
Los pescadores de la bahía de Manzanillo lamentan que las autoridades de la Armada de República Dominicana, el Ministerio de Medio Ambiente y el departamento de la Procuraduría que tienen que ver con el tema no hayan tomado las acciones correctivas de lugar.
“Esta situación lleva mucho tiempo, pero no hemos tenido esa mano amiga de una autoridad que tenga conciencia de la magnitud de lo que está sucediendo”, dijo Tomás Pérez, quien tiene años observando las violaciones contra las leyes de parte de los haitianos.
La pesca indiscriminada que cada día llevan a cabo los nacionales del vecino país se realiza a solo metros de la comandancia local de la Armada. Pérez explicó que cada vez que avistan un bote haitiano merodeando los manglares, caños o el mar abierto de la zona inmediatamente dan la voz de alarma a los marinos, pero estos tardan horas para salir a apresar a los “invasores” marinos.
Consecuencias
La hermosa bahía de Manzanillo con sus recursos naturales representa el sostén de decenas de familias, ya que la pesca es una de las principales actividades económicas.
“La depredación que año tras año se hace ha cambiado mucho las cosas. Ahora mismo cuando me voy a pescar regreso sin nada”, lamentó otro de los pescadores, quien indicó que junto a sus hermanos se ha visto en la obligación de sacar sus embarcaciones para “ganarse” la vida en otras labores.
En la actualidad algunos de los pescadores tienen que irse a Puerto Plata, donde compañías pesqueras los contratan para irse por meses a pescar a las proximidades de las islas Bahamas, por la exterminación de reproducción marina de su pueblo natal.
Nivel extremo
A principios de este mes los nacionales haitianos realizaron un extremo salvajismo. Una ballena jorobada que estuvo en la bahía de Manzanillo, donde por una enfermedad que presentaba se dio el debido cuidado, posteriormente fue arponeada en la costa haitiana de Fort-Liberté.
Esta acción, junto al deterioro del cetáceo, apresuraron su muerte. Los pescadores estiman que de continuar la pesca indiscriminada en un futuro no habrá vida marina en la bahía de Manzanillo.