Por Sin Reservas
Los interrogatorios e investigaciones del Ministerio Público sobre el asesinato de David de los Santos Correa, por parte de cuatro policías que delinquían en el Destacamento de la Policía Nacional del Ensanche Naco, ha determinado que estos asesinos utilizaron a presos para cometer el crimen.
Esta asociación de malhechores había informado lo que creían podía eximirlos de culpa, pero realmente estos bandidos son los responsables de todo lo que pueda ocurrir -sea bien o mal- en el recinto donde esten designados para «trabajar», que en la mayoría de casos son desgracias.
E inclusive estos malparidos yá tenían el favor de Claudio Peguero Castillo, general de brigada, Inspector de esa podrida institución, pues este se pronunció diciendo que estos vándalos no tenían responsabilidad por el asesinato, por que no fueron ellos, sino sus colegas.
Las declaraciones de este individuo, Peguero Castillo, nos trajo a la memoria las de su exdirector «El señor Pasola» (Edward Sánchez González), sobre los asesinatos de la pareja de esposos Cristianos en Villa Altagracia, cuando el coronel y su banda fueron a asesinar colegas involucrados en un tumbe de drogas, y confundieron el vehículo.
El grupo de demonios malparidos de la policía (no los habrá parido una mujer) tienen que haber salido de las entrañas del mismo diablo, no solo ocultaban el destino del entonces paciente, por lo que sus familiares y amigos tuvieron que recorrer varios lugares, sino que comenzaron en su desesperación a buscar padrinos y a propagar imágenes e informaciones falsas.
Pero no hay crimen perfecto, y la banda de presos y policías asesinos no contaban que su acción criminal tenía un buen ojo, y es el ciudadano de nacionalidad haitiana Wistel Pieer, quien se encontraba preso y ha relatado con lujo de detalles todo cuanto aconteció (que dicho sea esos policías «angelitos» le robaron el teléfono celular al haitiano).
Relata Pieer, que los colegas de los policías (los malditos presos) con él esposado -muy valientes- le dieron puñetazos hasta que se cansaron y finalmente usaron unos tenis para golpearle la cara y la banda policial no se enteró hasta que yacía en el suelo casi sin vida, inconsciente y convulcionando.
De las mentiras aparecidas en el expediente de solicitud de medida de coerción del Ministerio Público tenemos:
Que a David de los Santos Correa, le dieron dos golpizas, mientras se encontraba esposado, sin la posibilidad de defenderse en la celda del «calvario» de la Policía del sector Naco.
La primera de las palizas fue cuando llegó y vociferó algunas palabras realizando una «enorme bulla», que molestó a otros detenidos, quienes procedieron golpearlo.
Ante la situación, los policías rociaron gas pimienta en la celda, por lo que los agresores se enfurecieron más y volvieron a pegarle. Una vez se cansaron de usar los puños, lo agredieron con unos tenis durante toda la noche.
«Una nueva paliza, asestándole golpes y patadas por todo el cuerpo, sin la más mínima posibilidad de poder defenderse, ya que se encontraba esposado con los brazos hacia atrás. Al cansarse de golpearlo con los puños, tomaron unos tenis propiedad del detenido Wistel Pieer, y continuaron golpeándolo durante toda la noche, hasta dejarlo tendido en el piso inconsciente”, indica el expediente.
La única verdad que dice el documento, es que toda esta tortura a la que sometido De los Santos fue permitida por los miembros de la Policía de puesto en el destacamento Naco.
La Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional conocerá este viernes las medidas de coerción contra los siete miembros de la banda de asesinos, cuatro «policías» y tres civiles.
Los expolicías criminales son: el capitán Domingo Alberto Rodríguez Rodríguez, el segundo teniente Germán García de la Cruz, el cabo Alfonso Decena Hernández y el raso San Manuel González García (o Sari Manuel González García). Y los civiles Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos y Jean Carlos Martínez Peña.
Todos los detalles en el siguiente vídeo:
David, cayó en el Gorgóta de la policía del Ensanche Naco, el pasado 27 de abril, cuando fue apresado por un colega suyo vendido por la Policía Nacional a los dueños de Ágora Mall.
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