Por Sin Reservas
Hay un refrán que expresa: «Muerto el perro, se acabó la rabia», que significa que: Si cesa la causa, termina con ella sus efectos. Se aplica a un enemigo que ya no puede hacer daño por estar muerto o, en sentido general, a cualquier persona que puede o está causando perjuicio.
Los familiares del «suicidado» vigilante vinculado al robo del Banco Vimenca de Santiago, aseguraron a su pariente lo asesinaron, para que no delatara a los involucrados.
Estos acudieron ante la fiscalía y se querellaron contra los agentes que lo custodiaban a la hora del supuesto suicidio, y exigieron ampliar la investigación.
Creen que detrás del hecho de sangre, hay manos ocultas y que por tanto deben profundizar interrogando al mayor Gerry Halcón Veras, quien comandaba el grupo junto a dos rasos y que resulta es pariente de la víctima.
Consideraron extraño que a 14 días del «suicidio» no se haya dado a conocer la autopsia y ni se haya informado a quien pertenece el arma, para determinar las reales causas de la muerte.
Supuestamente Antonio Polonia Bueno, de 47 años, se suicidó de un disparo en la cabeza en momentos en que estaban desmontando a su esposa del vehículo de la institución del orden, donde fueron trasladados a la Dirección Cibao Central de la Policía, en Santiago.
El caso fue investigado por el departamento contra violencia física que dirige Miguel Ramos, pero no se determinó ninguna responsabilidad de los custodias. Solo que fue un procedimiento inadecuado la colocación de las esposas.
Por el robo de 1,347,998 pesos y 203,254 dólares, guardan prisión Andy de Jesús Gutiérrez Grullón, quien tiene tres registros policiales (fichas); Basilio Encarnación Polanco, alias Deivy; Carlos Alfredo García, alias Aspirina, quien posee seis y Manuel de Jesús Grullón, quien tiene dos.
La policía dijo que el «muerto» supuestamente confesó haber participado en el robo.