Por Sin Reservas
La justicia hizo su trabajo en el caso de la mafia que extorsionaba a los contratistas de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE).
No obstante todas las opiniones coinciden en que la condena no se corresponde con los daños ocasionados, además de que ahí falta gente, pues lo que la ciudadanía supone es que este grupito no actuaba solo, o sea sin un funcionario de mas categoría.
La principal víctima de esta mafia lo fue el arquitecto David Rodríguez García, quien se suicidó de un disparo en un baño la Oisoe, en el año 2015.
Esto lamentable suceso, dio inicio a un plan de lucha en procura de que quienes fueron los responsables, se le aplicara todo el peso de la ley, por lo que las autoridades iniciaron la investigación que dio al traste con este final, aunque no feliz, pero por algo se empieza.
De ahí que el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, condenó a penas de cinco y seis años de prisión a cuatro acusados, cuyo fallo será leído el día 07 del próximo mes.
Ellos son, Alejandro Isidoro de los Santos Serrano, que deberá cumplir seis años de prisión, quien se desempeñaba como Director del Departamento de Edificaciones Escolares y Joel Soriano Fabián, quien fuera el Coordinador de la Dirección Técnica, condenado a cinco años de prisión.
Asimismo, a Juan Ernesto Romero Pérez, a cinco años de prisión y al abogado Julio Rafael Pérez Alejo, alias -El hombre del maletín-, este último no era empleado de la Oisoe, se encargaba de entregar el dinero de los prestamos que hacían a los contratistas.
El grupo fue hallado culpable de: asociación de malhechores, delitos de asuntos incompatibles con la calidad de funcionario, extorsión, lavado de activos y usurpación de funciones; en violación de varios artículos del Código Penal Dominicano y de la Ley 62-00 relativa al Ejercicio de la Ingeniería, la Arquitectura, la Agrimensura y Profesiones Afines.
Otra parte de la sentencia ordena el decomiso de un costoso apartamento que adquirió de los Santos Serrano, de una manera acelerada, que no se corresponde con sus ingresos.