Por Sin Reservas
El Procurador General de la República, doctor Francisco Domínguez Brito, dio a conocer la existencia de una mafia que operaba en la Dirección General de Migración.
Domínguez Brito, reveló que funcionarios de esa institución formaban parte de una red internacional de tráfico ilícito de inmigrantes, que incluyen a deportados y narcotraficantes.
Dijo que la mencionada banda fue desmantelada, junto a una serie de documentos alterados que vendían auxiliado por el funcionario de la DGM, el señor Pedro Bienvenido Ventura. Estos documentos de viaje son incautados a viajeros ilegales detenidos y deportados y la banda los vendía entre los 7 mil y 11 mil dólares.
Informó que el cabecilla de la red dedicada al tráfico ilícito de personas hacia Estados Unidos y Europa es el señor Javier Liriano Feliz y la conforman Juan José Ortega, Rafael Federico Pérez y Roy Miguel Liriano.
El procurador indicó que Flor Ángel Encarnación, Isael Jesús Ayala, Ivelise Morla Zorrilla, Kelín Mora García, Michael Villar Reyes Mónica Grisel Pérez y Richard de Jesús Pérez, actuaban como inspectores y supervisores de migración en los aeropuertos y facilitaban el tránsito y salida de esas personas sin verificar los requisitos legales de los documentos en los controles migratorios.
Añadió que la labor la hacían los inspectores en coordinación con los hermanos Javier y Roy Liriano Feliz, su madre Benedicta Feliz Medina y Miguel Laureano.
Pero Francisco Domínguez Brito, se quejo de que el esfuerzo de las autoridades comenzó a ser contrarrestado por la impredecible acción de los jueces, ya que el magistrado Honorio Susaña concedió la libertad a Flor Ángel Encarnación, una de las 15 personas acusadas.
La Fiscalía reclamó coerción para los demás implicados y tras este pedido Susaña fue recusado inmediatamente por el Ministerio Público y este decidió inhibirse del caso.