Por Sin Reservas
Tres delincuentes militares que se desplazaban en la camioneta placa número F-3015, de la Dirección de la Fuerza de Tarea Ciudad Tranquila (Ciutran), perteneciente al Ministerio de Defensa, intentaron asesinar a un motociclista que se desplazaba junto a otros que forman parte de un club de motociclistas, por la Autovía del Coral, en La Altagracia.
Los sujetos, de la Fuerza Aérea de la República Dominicana, el cabo Pedro Alberto Díaz Mejía, conductor de la camioneta, el sargento Alejandro Concepción Soriano y el primer teniente Eloy Medina Ozorio, embistieron al motociclista Daniel Valdez, logrando -por suelte- solo fracturarle una pierna y causarle otras heridas, gracias a Dios a que lo volaron hasta la parte poblada de arbustos y no contra el muro de concreto.
Entendemos que este tipo de fechorías no deben quedarse en simple suspensión de 30, 20 y 10 días, ya que perseguir y atropellar de forma deliberada, es calificable como un intento de asesinato.
El caso ha sido ampliamente conocido, gracias a Dios por la presencia de una cámara, pero si hubiese sido diferente estos delincuentes alegan que los enfrentó de la manera que más le convenga relatar, y así se quedaría, como un caso más.
Para la sanción el organismo militar toma en cuenta que «los efectivos hicieron uso desproporcionado de la fuerza, incumplimiento del deber, descuido, dejadez y evidente falta de responsabilidad».
La víctima fue operada en el Hospital General y de Especialidades Nuestra Señora de la Altagracia, en Higüey. En este vídeo escuchamos declaraciones desde su lecho.
«Si ellos piden que me pare, yo no tengo problemas, tengo todos mis documentos al día, tengo mi casco protector, mis guantes de seguridad, tengo todo en orden. No entendí por qué él atravesó la camioneta así», explica a periodistas de la provincia La Altagracia.
Sus compañeros exigen de las autoridades una investigación convincente y denunciaron que la pandilla de militares del Ciutran, no le brindaron los servicios de primeros auxilios.
La composición fotográfica:
En la izquierda los delincuentes se largan del lugar de su fechoría dejando abandonado a la víctima y en el otro extremo Daniel Valdez, en su lecho del Hospital General y de Especialidades Nuestra Señora de la Altagracia.