Por Washington Cabello
Tras un tiroteo la policía capturó en Linden, Nueva Jersey, al sospechoso de haber sembrado el pánico el fin de semana en este lugar y en New York.
El sujeto un estadounidense nacido en Afganistán, identificado como Ahmad Khan Rahami, de 28 años, fue apresado en medio de una balacera donde resultó herido en un brazo, siendo trasladado en una ambulancia a un hospital, asimismo un policía resultó herido de bala y otro con un golpe.
A las explosiones en Chelsea, Manhattan, y Nueva Jersey, se sumó un ataque con arma blanca en Minnesota, en el que un estadounidense de origen somalí de 22 años apuñaló a nueve personas haciendo «referencias a Alá».
El presidente Barack Obama, quien se encuentra en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, llamó a sus compatriotas a no «sucumbir al miedo» ante los ataques.
«En estos momentos no vemos cualquier conexión entre ese incidente (en Minnesota) y lo que ocurrió aquí, en Nueva York, y en Nueva Jersey. Nuestra atención ahora está focalizada en las personas que resultaron heridas», dijo Obama, quien aseguró que su gobierno hará todo lo que sea necesario para hacer justicia.
Los artefactos estallarón en Nueva Jersey durante una carrera del Cuerpo de Marines, que no dejó heridos, y en el barrio de Chelsea, que si dejó 29 lesionados.
El FBI indicó que el último domicilio conocido de Rahami era Elizabeth, ciudad de Nueva Jersey donde se halló un nido de explosivos en la estación de trenes, cerca del aeropuerto de Newark.
Los ataques de Nueva York, Nueva Jersey y Minnesota tuvieron lugar en un lapso de 24 horas, planteando temores en materia de seguridad en momentos en que se libra una dura batalla electoral entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.
Nueva York entró en alerta completa y desplegó más de 1.000 uniformados en aeropuertos, terminales de autobuses y estaciones del tren subterráneo, previo a la apertura hoy de la Asamblea General de la ONU.
Las autoridades estadounidenses se inclinaban este lunes a pensar que los ataques de Nueva York y Nueva Jersey, así como el hallazgo de explosivos en la estación de trenes de Elizabeth el domingo, están vinculados.
«Podrían tener un vínculo común o una persona detrás de todas las explosiones», dijo el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo.
«No me sorprendería si hallamos una conexión internacional», agregó Cuomo, quien el domingo había dicho que «no encontramos una vinculación con el ISIS», en referencia al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
«Sabemos mucho más de lo que sabíamos hace apenas 24 horas. Ciertamente cada vez nos inclinamos más en la dirección de que se trató de un ataque terrorista específico», dijo por su parte el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, cuya ciudad acoge a mandatarios de todo el mundo para la Asamblea General de la ONU.
Lo que no estaba del todo claro es el responsable de los ataques es un lobo solitario o un grupo.
«No sabemos aún se es un único individuo, más de un individuo o si se trata de un grupo organizado, dijo De Blasio a CNN.
Quince años después de los atentados del 11 de setiembre del 2001, las autoridades subrayan que Estados Unidos es mucho más seguro para enfrentar planes terroristas originados en el extranjero, aunque es vulnerable a ataques de «lobos solitarios» internos inspirados por la propaganda del EI o de Al Qaida.
Las explosiones de Nueva York y Nueva Jersey no fueron reivindicadas, a diferencia del ataque a cuchilladas en un centro comercial de Saint Cloud, Minnesota, con saldo de nueve heridos, que se lo atribuyó el EI.
El autor del ataque era un «soldado del EI» que respondió a los llamados para tomar como objetivo a los ciudadanos de los países miembros de la coalición de los cruzados», indicó Amaq, órgano de propaganda del grupo yihadista.
La policía confirmó que el atacante preguntaba a las víctimas si eran musulmanas antes de apuñalarlas, y que «hacía referencias a Alá».
El agresor, abatido por un policía fuera de servicio, era un estadounidense de origen somalí de 22 años.
La aspirante demócrata Hillary Clinton dijo que la amenaza terrorista era «real», pero «nuestra determinación también», e instó a redoblar los esfuerzos de inteligencia para conjurarla.
Su rival republicano Donald Trump, en tanto, se refirió a la posibilidad de nuevos ataques y fustigó lo que calificó de «débiles» políticas de Estados Unidos, que abre las puertas a «decenas de miles» de inmigrantes.
«Tendremos que ser muy duros», advirtió a la cadena Fox.