Por Sin Reservas
No hay dudas que en pandilla y turbas, todos son unos leones, unos gigantes, y no de equipos de béisbol, nos referimos a que son MAS GUAPOS QUE TODOS LOS DEMÁS.
Cuando observamos un delincuente de estos con traje de policía, en este tipo de acción, solo porque se siente protegido por sus acompañantes, que talvez ni comulgan con su «hombría», nos sentimos incomodo, impotente. Pero así es bueno, abusar de un ciudadano que NO le ha dicho «Hijo de tu maldita madre», que es un motivo para reaccionar de la manera bestial como lo hace este elemento.
Una cantidad muy considerable de ciudadanos hemos tenido que pasar por la desgracia de encontrarnos a cosa como esta vestida de policía, que de una u otra manera hemos sido vejado por insolentes-prepotentes-irracionales que tiene esta institución.
Lo lamentable de estos innumerables casos es que el responsable, el Director General de la Policía, no le informa a la ciudadanía el resultado de las investigaciones que hace y el castigo que se mereció el super hombre, el policía -delincuente-.
Luego aparece un sujeto como este por ahí con dos tiros, y lo suman a las estadísticas, como: Mataron un policía.