Por Sin Reservas
Hemos visto un mensaje reciente que insta a los ciudadanos a ignorar a una caterva de lacras sociales que pululan en nuestras calles, que andan desasitiados y poseídos por el diablo, y sugiere que aunque tengan la razón la cedan, ya que estos energúmenos suelen asesinar sin comtemplación hasta a su propia madre. Expresa el mensaje que:
«Es preferible pasar por ‘pendejo’ que perder la vida».
Este consejo apareció tras el crimen del comunicador Manuel Taveras Duncan, asesinado vilmente por Félix Alburquerque Comprés, un delincuente con estatus de señor, que desgraciadamente es un reincidente criminal, pero que lo tenían insertado en el Estado a través de pertenecer a las Fuerzas Armadas (Marina).
No bien le hemos dado Cristiana Sepultura a Manuel, cuando recibimos la infausta noticia de que un colega de Alburquerque Comprés, pero de la mal llamada Policía Nacional, lo imita y asesina a cuatro personas y hiere a un menor que se encuentra en estado muy delicado en un centro médico.
Este delincuente es el cabo -que lo tenían en la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett)- Esteban Javier Cora, y que suponemos se encuentra en el hospital de esa miserable institución, ya que salió vivo de una herida que no se sabe si se la propinó o la recibió de una persona.
El Ministerio Público está al frente de las investigaciones para poder establecer porqué este criminal asesinó a su expareja Pamela de la Cruz, a su exsuegra María del Rosario, a su excuñada Indira del Cruz, y a la persona que lo persiguió identificado como Liren Cruz.
Observe en la imagen destacada, tomada tras su captura, como se ve esta escoria humana, nada asustado, nada compungido, observando o posando para la cámara como si nada ha pasado.
La matanza ocurrió el pasado sábado, alrededor de las 11:00 de la noche, en el sector Los Coquitos, de Los Alcarrizos, municipio Santo Domingo Oeste.
La podredumbre que recibió Luis Abinader de Danilo Medina, en todo los ámbitos, pero más en las instituciones de uniformados es rampante, pero que en dos años no ha hecho nada contundente, solo un «pañito con pasta».
Esto por qué se limitó a continuar con la misma gavilla que delinquían con Danilo Medina (caso ) a entregarle las Fuerzas Armadas a Hipólito Mejía, y a sólo a hacer un bulto por Twitter o personal cada vez que sucede un crimen de un elemento de estos.
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