Por Maximino Brito Lazala
En Camaguey en la casa del Mayor Ignacio Agramonte Loira, en el piano de Amalia, su esposa, en la canción El Mayor Silvio Rodrígrez, al cumplir 100 años lo honró con esa canción que todos hemos cantado.
«y Amalia abandonada por la bala, la vergüenza el amor, por un fusilamiento un viejo cuento, modelaron su adiós…».
I
Pablo, entre tu España y Cuba/el Atlántico como mar de sueño/se poso la muerte,/y ahí te quedaste/ como un gigante libertario,/con Céspedes, con su grito de libertad,/y la muerte montada sobre la enquina/de los enanos del tiempo/de ideología rancia.
II
Pablo/al trote en Dos Ríos/el caballo que carga América Libre/Camina a paso firme/para tomar la Habana por sorpresa,/y Martí, en una nube de fuego,/con la espada de Maceo,/ordena a Gómez/y su ejército Manbi avanza,/el Mayor ordena el toque de desgüello,/y en Boyero con alas de hierro, llegaste al cuerpo abierto de tu Patria libre.
III
Y un Silvildo en el viento, besa en las olas/que en el malecón golpean,/yo me quedo, yo me quedo y ausente Fidel sorprendido te saluda, Pablo, Pablo, tu pueblo abraza tu canto, Libertad, Libertad, Libertad!!!.
Verso del fondo de mi alma, a Pablo Milanes, cuando le sorprendió la muerte, y su cuerpo yace ausente de su Patria amada.
El autor es: Ingeniero, Empresario, Experto en Geopolítica y Negocios y Poeta
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