Por Washington Cabello
Para Rick Wilson, Trump es un «cáncer», un «ser despreciable épico» un «estatista» con «un cierto toque de fascismo entre todo».
(De: Chris Moody, de CNN).- Donald Trump, el magnate inmobiliario enganchado a la política, utilizando como plataforma de lanzamiento su adhesión al Partido Republicano, ha encontrado dentro de su propias filas a un enemigo que lo desprecia: Rick Wilson, el consultor político republicano que entiende que una eventual nominación de Trump significaría el final de la vida política de la organización.
Dice Moody que para Rick Wilson, que ha pasado los últimos meses haciéndole la guerra a la candidatura de Trump, «el Donald» es algo completamente distinto. En palabras de Wilson, Trump es un «cáncer», un «ser despreciable épico» un «estatista» con «un cierto toque de fascismo entre todo», cuya nominación presidencial significará el apocalipsis para el Partido Republicano.
Y eso solo es el material que se puede publicar, señala.
Prosigue diciendo que el auge de Trump tiene preocupados a muchos de la clase dirigente del Partido Republicano porque su nombramiento sería un desastre para el partido en el 2016. Quizás quien hace más alboroto es Wilson. Desde que Trump tomó la delantera en las primarias presidenciales del Partido Republicano, Wilson se ha embarcado en una cruzada personal y profesional para convencer a los conservadores que Trump no es uno de ellos.
«Él es un riesgo existencial, no solo para el movimiento conservador, sino para el Partido Republicano», le dijo Wilson a CNN. «Hemos llegado a un punto en el que podríamos abandonar o perder a los conservadores limitados del gobierno por una generación, si lo reemplazamos por este nacionalismo estatista y por el Trumpismo como una doctrina de nuestro partido».
Su persistente antagonismo ha hecho que Wilson se convierta en uno de los más acérrimos enemigos de Trump dentro del partido. Pero para los partidarios de Trump que se han enfrentado a él, él representa todo lo que está mal con la clase dirigente del partido.
Ellos lo consideran como un operador político típico que solamente apoya a los republicanos bien conectados, como Jeb Bush. (Wilson no ha tomado a ningún candidato presidencial como cliente este ciclo, pero tiene vínculos informales con Bush y con las redes del senador de Florida, Marco Rubio, como agente veterano del estado).
Sin embargo, Wilson vive lejos de los sitios web pantanosos destinados para acusaciones políticas en Washington. En cambio, él está aproximadamente a 1.448 kilómetros al sur, entre los pantanos del norte de Florida. Incrustado en una pradera verde rodeada de pantanos llenos de caimanes y serpientes, Wilson reside y trabaja desde su casa —la cual también funciona como una habitación de guerra política— con su familia, tres perros, un gato y un pequeño arsenal de armas recreativas cuidadosamente almacenadas.
Entre conferencias telefónicas con campañas políticas, entrevistas con los periodistas y, más recientemente, ataques de fuerza digital con los partidarios de Trump, Wilson por lo general practica tiro al plato en su patio trasero con sus escopetas o les dispara a los coyotes con su rifle semiautomático AR-15, fabricado a mano. Cuando necesita viajar por trabajo, vuela su propia avioneta desde un aeródromo cercano.
Wilson se inició en la política en la década de 1980, como director de campo para la campaña presidencial de Geroge H.W. Bush. Fue allí donde recibió una educación política de la operación de la campaña dirigida por el infame Lee Atwater, un táctico político despiadado —muchos lo recuerdan como un sucio estafador y de mala reputación— que le cambió el rostro a la política moderna.
Atwater fue responsable por el controvertido anuncio de «Willie Horton» en contra del oponente democrático, Michael Dukakis.
Texto de Moody en: http://cnnespanol.cnn.com/2015/09/04/conoce-al-enemigo-acerrimo-de-donald-trump/