Por Embajador Mauro Bertero Gutiérrez
La Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta -mejor conocida como Orden de Malta- es una de las instituciones más antiguas de la civilización occidental y cristiana.
Fundada por el beato Gerardo en el siglo XI en Jerusalén, es una orden religiosa laica con más de 900 años de historia al servicio de los pobres, los enfermos y los peregrinos, sin importar su raza o su religión.
El 15 de febrero de 1113, el papa Pascual II, con la Bula Pie Postulatio Voluntatis, reconoció oficialmente a la comunidad de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén.
Este documento les dio el derecho de elegir libremente a sus líderes, sin interferencia de otras autoridades laicas o religiosas. Es gracias a este Solemne Privilegio -el mismo que representa la base de su independencia y soberanía- que la Orden de Malta ha servido a la Iglesia y a los necesitados durante más de nueve siglos.
Sus labores humanitarias comenzaron en sus hospitales de Jerusalén, Acre, Chipre y después Rodas (1310-1522) y Malta (1530-1798). En Rodas y Malta, la Orden ejerció una soberanía territorial durante casi 500 años, dejando una importante herencia médica, cultural e histórica en toda la zona mediterránea. Desde 1834 la sede del gobierno de la Orden se encuentra en Roma.
Desde su fundación en 1048 hasta el día de hoy, la misión de ayudar a los pobres y a los enfermos continúa inspirando a los miembros de la Orden de Malta y se desarrolla en los cinco continentes.
Cada día, en más de 120 países esta tradición de servicio es llevada adelante en hospitales, clínicas y centros de ayuda social gracias al compromiso de sus 13.500 miembros, 80.000 voluntarios permanentes y 25.000 personeros médicos.
Las iniciativas institucionales de la Orden de Malta se ven facilitadas por las relaciones diplomáticas que mantiene con más de 100 países. En virtud de acuerdos internacionales de cooperación, sus actividades disponen de un marco operativo que favorece la eficacia de sus programas médicos y humanitarios.
Las relaciones diplomáticas entre la Soberana Orden de Malta y Bolivia datan del año 1962 y la Asociación Boliviana de la Orden fue creada en 1995.
En Bolivia, la Orden ha donado tratamientos quirúrgicos, equipos radiológicos, ecógrafos portátiles, instrumental médico, alimentos y enseres a instituciones dedicadas a brindar asistencia humanitaria a los más pobres y necesitados.
Administra centros médicos para enfermos renales -ofreciendo tratamientos de hemodiálisis para personas de bajos ingresos-, centros de investigación y prevención de la diabetes, asistencia para enfermos terminales y colabora en la gestión de hogares de ancianos, centros psiquiátricos y casas para la tercera edad.
La Orden apoya programas de desarrollo agrícola sostenible en las zonas rurales y ofrece becas de formación educativa para fortalecer liderazgos femeninos en comunidades campesinas. En estrecha cooperación con Caritas Bolivia – Pastoral Social, la Orden ha financiado programas de promoción económica para unidades familiares en varios distritos de la ciudad de El Alto.
Neutral, imparcial y apolítica, la Orden de Malta permanece fiel a sus principios inspiradores: dar testimonio de la fe católica y servir a los que sufren, llevando el bálsamo reconfortante de la caridad cristiana a los pobres, los enfermos y los olvidados de todo el mundo.