Por César Morales
Perredeístas-peñagomistas que estaban “sentados” como se dice en el argot político popular, luego de la develada alianza pactada entre Miguel Vargas y el Partido de la Liberación Dominicana, se han reactivado y dicen que quedarse al lado de Miguel Vargas, es matar nuevamente a Peña Gómez.
Y esto lo confirman varias expresiones de reconocidos dirigentes perredeístas que dicen que aunque seguirán de bajo perfil, se sienten comprometidos con la candidatura de Luis Abinader, como es el caso de Emmanuel Esquea Guerrero y otros dirigentes.
Todos coinciden en criticar la falta de respeto a la memoria de Peña Gómez el que, por ejemplo, en las elecciones del 2016, aparezca en la casilla del PRD la cara de Danilo Medina, sólo porque el señor Vargas Maldonado, por su debilidad, no quiera dejarse contar los votos.
Al decir de muchos de ellos, a Miguel Vargas sólo le quedarán los símbolos, un “jacho apagado” y los chelitos de la Junta Central Electoral, más un pequeño grupo de beneficiarios del trabajo de los verdaderos perredeístas.
Tan mal ha caído dicha alianza que hasta el propio Alfredo Pacheco que es uno de los conocidos dirigentes que aún quedan en el PRD, admitió no conocer en su contenido a los acuerdos a que esa organización arribó con el PLD.
El dirigente político Alfredo Pacheco afirmó que pese a ser presidente del partido blanco en el Distrito Nacional y vicepresidente nacional del Partido Revolucionario Dominicana (PRD), ningún alto dirigente de esa organización política le informó sobre acuerdos con el Partido de la Liberación Dominicana, y así lo hizo saber al comparecer en el segmento Noticias entre políticos de CDN, canal 37.
“A mí nunca se me llamó para informarme de ese acuerdo y desconozco su contenido y los convenios a los que se llegaron”, dijo Pacheco en el mencionado programa, lo que significa que en cualquier momento, también Pacheco “salta la tablita”, y deja solo a Miguel.
Finalizamos diciendo. Que no se vaya a pensar Miguel que ese descontento generalizado que existe por este último paso, de los tantos errático que ha dado, es solo allá en la República Dominicana, los dominicanos que estamos por estos lares, no sentimos otra cosa…
El autor reside en New York