Por Eulalio Almonte Rubiera
El suicidio de un contratista de obras “sorteadas” por el Gobierno de Danilo Medina a través del organismo político denominado Oficina de Supervisores de Obras del Estado, ocurrido cuando la presente administración se aboca al intento de permanecer en el Poder durante por lo menos otro periodo, obliga a la toma de “medidas heroicas” para tratar de evitar el naufragio de la nave presidencialista.
Hay quienes estiman que el no cumplimiento de la promesa de hacer lo que nunca se hizo reventó el podrido golondrino de la corrupción oficialista, convirtiendo la OISOE en clavito de largo filo en el zapato de las aspiraciones continuitas de Danilo Medina.
De ese modo, los actores del Ministerio Publico se verán obligados a emplearse a fondo y desde los escenarios mediáticos presentar al país una obra que de la apariencia de creíble, y en las “tablas” sacrificaran a supuestos y/o reales autores de dolos, y todo a partir de la muerte del arquitecto David Rodríguez García, un humilde contratista romanense cuya vida y la de su familia se desenvolvía en muy precarias condiciones.
Los que Rodríguez García menciona en una nota manuscrita dejada en su “suicidio” servirán de punta de lanza a los estrategas de la relección de Medina, y como en los tiempos de Abraham serán corderos de sacrificios en los altares de la justicia peledeísta, aunque no ha de esperarse que aparezca el Ángel que en nombre del Dios todopoderoso detenga el holocausto porque se habrá dado muestra de obediencia a la Ley.
Ya, como parte de la “investigación” que impulsa la muerte de Rodríguez García, ha sido apresado un abogado definido por sub-contratistas como el “hombre del maletín”, quien además se desempeñaba como asistente personal del ingeniero Alejandro Isidro de los Santos, mencionado en un manuscrito que habría dejado el arquitecto David Rodríguez García, antes de suicidarse en un baño de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE).
Se trata de Rafael Pérez Alejo, quien de acuerdo a la directora de la Procuraduría Especializada contra la Corrupción Administrativa (PEPCA), Laura Guerrero, hacía horario de trabajo en la OISOE, sin que hasta el momento se haya podido establecer si estaba nombrado de manera formal en esa institución.
Pérez Alejo, quien también era definido como “el hombre de los anillos”, era la persona que recibía el dinero en la OISOE y acudía a las obras, donde contactaba subcontratistas, específicamente, ligados a jardinería, electricidad y ornato de diferentes obras, donde realizaba entrega de dinero en efectivo, sin recibo, y que no quedaba registrado.
Isidro de los Santos, director de edificaciones escolares de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, se encuentra preso en la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva junto al ingeniero Joel Soriano Fabián, ex coordinador de las construcciones de escuelas en Monte Plata, contra quienes se solicitará hoy jueves medida de coerción por la acusación de extorsión, soborno y estafa en contra del Estado.
De acuerdo a la magistrada Laura Guerrero, el abogado Pérez Alejo hacía contactos con prestamistas y facilitaba dinero a los contratistas para que concluyeran las obras asignadas. Empero, dijo que seguirán confirmándose más informaciones porque esos son datos preliminares.
Por el momento se han realizado operativos y conseguido documentos y pruebas testimoniales que harán valer en la solicitud de medida de coerción en contra de los tres detenidos. Guerrero no descartó que en el transcurso de la investigación pudieran surgir otras personas particulares involucradas, pero dijo que no puede dar información para no entorpecer la pesquisa.