Willians De Jesús Salvador
Las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos de América y la República de Cuba, ya están formalmente restablecidas, ahora procede que antes de aperturar la sede de la embajada en la Habana de EEUU, se produzcan las acciones tendentes a poner fin al bloqueo económico contra Cuba.
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba desde hace medio siglo, es un contra sentido y el levantamiento del mismo será una señal diplomática de reconciliación y respeto a la soberanía del Estado cubano.
Las razones que motivaron el Bloqueo han desaparecido, que fueron las medidas tomadas por el nuevo orden establecido a partir de la victoria el 1 de enero de 1959 de la revolución cubana bajo la égida del comandante Fidel Castro.
Las desiciones de corte revolucionarias en beneficio de las grandes mayorías y excluidos, es muy cierto que afectaron los intereses de la clase dominante y del gran capital internacional, esto produjo una respuesta inmediata del gobierno de los Estados Unidos consistentes en sanciones económicas.
Según nos ilustra: http://www.ecured.cu/index.php/Bloqueo_Económico_contra_Cuba
La decisión del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EEUU a Cuba, se fundamentó en la «Ley de Comercio con el Enemigo» (TWEA, por sus siglas en inglés). Fue promulgada como medida de guerra en 1917 para restringir el comercio con naciones consideradas hostiles. Se expandió su aplicación con posterioridad, para autorizar al Presidente la regulación de transacciones de propiedad que involucraran en un país extranjero a alguno de sus nacionales, tanto en tiempo de guerra como:»durante cualquier otro período de emergencia nacional declarado por el Presidente.»
En esta ley se basan las primeras regulaciones del bloqueo contra Cuba de 1962. El 2 de septiembre de 2010 el Presidente Barack Obama anunció la extensión de la Ley de Comercio con el Enemigo, que supone en la práctica la continuación del bloqueo a Cuba.
En un memorando suscrito por el Presidente a la Secretaria de Estado, Hillary Clinton y al titular del Tesoro, Timothy Geithner, se afirma que: «la continuación de estas medidas referentes a Cuba conviene a los intereses nacionales de Estados Unidos». Se cierra la cita.
El pueblo cubano ha pagado un alto precio, aunque con dignidad, ha sido muy fuerte para toda una generación. Es un clamor global de todos los pueblos del mundo el levantamiento del bloqueo a Cuba, como ha quedado de manifiesto en las votaciones de la ONU en el año 2014, votaron a favor 188 países solo EEUU e Israel se opusieron, y 3 abstenciones.
Hoy hay una nueva realidad entre ambos pueblos, la tirantez e intolerancia entre capitalistas y socialistas ha sido superada, y hoy día se impone como mandato al respeto a los valores intrínsecos y el intercambio comercial, transferencia tecnológica, intercambios de informaciones y cooperaciones en programas de lucha contra el terrorismo, crimen organizado, la lucha contra la droga, programas de protección al medio ambiente y unir los esfuerzos en la lucha para disminuir el impacto del cambio climático a nivel global.
Cuba debe iniciar una etapa que en el siglo XXI se conoce como ingeniería social, ya que tendrá que empezar a caminar por una sociedad globalizada y enfocarse en una nueva política de mercado, management, marketing, cibernética, y un nuevo enfoque mecanicista y constructivista orientado hacia la transformación de las finanzas para adecuarse al nuevo orden mundial.
Estas relaciones se fundamentarán en el respeto mutuo, la convivencia pacífica y armoniosa de ambos pueblos, y las mismas deben ser fundamentadas en el marco del ordenamiento jurídico internacional, observando los tratados diplomáticos existentes que reglamentan las relaciones entre todas las naciones del mundo.
La sociedad norteamericana se encuentra en un año pre electoral y todas las medidas son pensadas en función del mercado electoral, pero este es un tema de alta política exterior, como tal debe ser tratado, el Congreso de Estados Unidos es el órgano facultado para poner el fin del bloqueo contra Cuba, en lo que sucede se puede preceder al desmontaje de las principales restricciones que conforman esta política, a través de acciones ejecutivas del Presidente Barack Obama.
Barack Obama y Raúl Castro están frente a la historia, y su primer paso ha sido tender un puente de plata, con las aperturas de las relaciones diplomáticas entre sus pueblos, ahora le corresponde al presidente estadounidense desbloquear el camino que separaba las dos naciones del Continente Americano.
Entonces, podremos proclamar como dijo Simón Bolívar: “La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres sino inexorable decreto del destino”.
El Autor es Médico y Diplomático, ex embajador en Alemania, República Checa, Polonia y Concurrente en la Federación Rusa.
