MI VOZ ESCRITA, Por Jorge Herrera
La moraleja del refrán popular sobre los viajes del cántaro al pozo de agua, se puede afirmar sin temor a equívoco que le va, “como anillo al dedo” al presidente reeleccionista Danilo Medina Sánchez. Sin embargo, quiere ir por más.
Fue tan asiduo en “sus visitas” a la fuente creativa de percepción, aconsejado por su asesor João Santana, el mismo que se entregó a las autoridades de su país, Brasil, acusado de corrupción y lavado de activos, dejando en la República Dominicana una estela de fechorías que sólo Dios y él conocen su extensión que olvidó cómo salir del embrollo.
Ahora que Danilo, irremisiblemente, tendrá que verse de frente con su falsa realidad, con su percepción inducida; aunque el equipo responsable de la campaña continuista del PLD, anda pregonando que no necesita la asesoría del tramposo brasileño para ganar, la suerte es que para el 15 de mayo sólo faltan días.
Danilo Medina Sánchez, se ha pasado más de media vida, llamando al diablo. Acaso, ¿no es justo que al cabo de tanta insistencia y espera, se tomen juntos un cafecito?.
Es de primer orden que la juventud y las mujeres sepan que el saltimbanquismo que registra el accionar político de Danilo, no es una veleidad del destino; que su condición de perverso impenitente no es de ahora, que ese ha sido su norte por convicción, su naturaleza.
¿Desde cuándo ser asesorado por delincuentes, no importa la actividad que sea, es lícito, legal, permitido, o como se le quiera llamar? Danilo Medina está condenado a sentir y a sufrir en carne viva, las fauces enconadas del tiburón podrido que se comió al ritmo de los escrúpulos lanzados al zafacón…
Y de ejecutar esa tarea verdaderamente justiciera y patriótica, debían encargarse desde su Polo Soberano los Vincho; pero eso sí, con la misma urgencia, determinación y arrojo que exhibió su patriarca ante el caso Jorge Blanco, y su antijurídica y vergonzosamente célebre “denuncia-querella”. O, acaso, ¿es más conveniente respetar la máxima: “Las clases no se suicidan?…