Por Ricardo Bustos
En lo personal, creo que con criterio equitativo, sin premios ni castigos, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires ha vuelto a instalar en el sistema educativo el aplazo para los alumnos de 4º a 6º grado que tengan notas de 1, 2 y 3 puntos y para los niños de 1º a 3º grado «insuficiente» o «aún no satisfactorio».
Las calificaciones numéricas habían sido modificadas en septiembre de 2014 por el gobierno de Daniel Scioli durante la reforma del Régimen Académico de Primaria (RAP) en la que los aplazos con el 1, 2 y 3 fueron eliminados. Los chicos pasaban de grado sin tener ninguna exigencia escolar por los que veían la medida como una decisión progresista para contener a los chicos en el sistema escolar eliminando una forma de estigmatizar al alumno que tenía bajas calificaciones o no estudiaban.
Lo insólito de la noticia es que María Laura Torre, secretaria gremial del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba). «La verdad es que fue una medida tomada desde un escritorio. No se realizaron jornadas para que los docentes aporten su punto de vista, que es el más importante porque son los que aplicaron este sistema de calificación durante un año y medio. Tampoco se convocó a los padres para saber su opinión».
Este concepto vertido por la señora sindicalista, me recuerda el caso de la docente de la ciudad de Montecarlo, Misiones, cuando muy enojada salió a los medios para criticar a los padres que toda vez que eran citados a la Escuela para solicitar explicaciones sobre la ausencia de sus hijos a clase o el bajo rendimiento de los alumnos, «aunque cuando llega la fecha de cobro del subsidio todos van con el papelito de Anses al Banco».
Si algo bueno tiene esta resolución es que a partir de ahora no se va a igualar para abajo y de esta manera el mérito en el futuro será del propio alumno que sienta estímulos naturales provocados por su interés en el estudio y las ganas por superarse en la búsqueda de un futuro que se encuentra en las antípodas del que hasta hoy estaba vigente gracias al populismo que generó fábricas enteras de niños y jóvenes sin ganas de estudiar.
Lejos de la política, si estas son las medidas que van a conducir por un nuevo camino hacia la jerarquización del sistema educativo, bienvenidas sean y ojalá se puedan aplicar en todo el país.
«El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento». John Locke (1632-1704) filósofo inglés.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556