Por Miguel Florentino Jiménez
Los ciudadanos dominicanos nos lamentamos y nos quejamos mucho por el accionar de los políticos tradicionales cuando llegan a ocupar funciones públicas, pero la realidad es que no son ellos los malos, realmente somos nosotros mismos los culpables pues permitimos que nuestras dignidad sucumba antes nuestras necesidades.
Es muy lamentable ver personas convertirse en títeres no pensantes solamente porque entiendan que la única vía para sobrevivir es perdiendo su dignidad.
Nuestros padres y abuelos nos enseñaron que la dignidad no tiene precio, que era mejor pasar hasta hambre y mantener la dignidad como seres humanos, sin embargo en estos tiempos parece que es una simple palabra, por eso es que muchos políticos juegan con las personas pues siempre apuestan a las necesidades de los demás.
En los procesos electorales los políticos hacen muchas promesas y una vez ganan se olvidan de lo prometido pero peor aún se burlan de los que los apoyaron durante dos o tres años, pues están convencidos que meses antes del nuevo proceso electoral con algunas dádivas van a recibir de nuevo ese apoyo que tanto necesitan ya que están convencidos que:
«LA NECESIDAD VENCERÁ A LA DIGNIDAD»
El autor es: Abogado, articulista y comentarista de radio y televisión
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