Por Isidro Reyes
La inseguridad ciudadana debido a los altos índices de criminalidad es una cotidianidad al ciudadano y ya casi al extranjero. A esto les agregamos la quebradura del Sistema Judicial Dominicano debido a la falta de respeto a las instituciones gubernamentales y sus grandes maquinarias políticas acompañado por la falta de eficiencia de ella.
Las amenazas son palpables y más desafiantes para la competitividad y prevalencia económica primordiales en la República Dominicana donde la preocupación acentúa el sector turístico e inversiones exteriores a corto y largo plazo.
Relatamos los in-numerados problemáticas que ahogan nuestro país, como la Corrupción, Narcotráfico, Crimen Organizados (grupos sofisticados ya establecidos en el país desde los años 80 procedentes de Colombia, México y otros países de Sur América y el Caribe), problemas de Derechos Humanos, Protección Familiar y violaciones de Leyes Fronterizas.
En nuestro país se está viviendo tiempos difíciles donde la criminalidad ha puesto en terror a los ciudadanos. Señores, aunque vivamos en el exterior, somos ciudadanos Dominicanos, poseedores del voto (libertad elemental del ser Humano) utiliza ese derecho y no permita que nuestro país se nos vaya totalmente de las manos.
Porque si esto sucede, terminaríamos con un pueblo donde ya no se pueda visitar, o como ciertos pueblos de México donde el Narcotráfico ha totalmente suplementado el estado jurídico y la vida socio-política.
Para combatir esto la policía y entidades gubernamentales tienen que implementar métodos eficientes para combatir el crimen sin recurrir a los atropellos. Para lograrlo tiene que haber, no solo una reforma policial pero una restructuración completa del organismo que se dedican a enfrentar la seguridad Dominicana.
Para Combatir estas problemáticas, el organismo Policial debe ser preciso, utilizando procesos definidos y específicos. Estos procesos metodológicos deben verdaderamente ser asimilados a la realidad Dominicana. Es de emergencia confeccionar un proceso de combates continuos a la criminalidad. Estos deben ser radicales y compulsivos.
Pero, para asegurar ciertos triunfos, la policía deberá reexaminar los procedimientos, debe de capacitarse, y lo más importante deberá de tener el apoyo de la administración política. Es esencial que la policía este muy bien pagada, y específicamente entrenada. Es imprescindible la continuidad de educación, orientación, evaluación, motivación, entrenamiento y liderazgo del personal.
El sistema de responsabilidad policial de las fuerzas del orden público abarca diversos mecanismos e informes de supervisión. Sin coordinación, supervisión ni control, se verían perjudicadas tanto la responsabilidad como la confianza del público.
El autor reside en la ciudad de Miami, Florida, ireyeswealth@live.com
