Por Ricardo Bustos
Fuimos muchos los ciudadanos que levantamos la voz por cuanto medio nos era permitido para expresar la indignación que sentíamos con tanto robo a las arcas del Estado por parte de los creadores del «relato Kirchnerista primero y Cristinista después».
Recibiendo ofensas y amenazas, hemos soportado con angustia y dolor la presencia de delincuentes en el gobierno, haciendo lo que les venga en ganas con nuestros dineros, atropellando una y mil veces a la Democracia y por ende a la Constitución de la nación argentina.
Cuesta creer que en cada jornada electoral, las urnas se hinchaban de votos para sostener un modelo plagado de mentiras, y negocios oscuros, los que disimulaban al otorgar a ese mismo pueblo que los apoyaba un sin fín de dádivas míseras para tenerlos cautivos y poder continuar con sus repugnantes negociados.
No puedo creer como simple ciudadano que la señora ex-presidente de los 40 millones de argentinos, desconocía que Milagro Sala se quedaba con los dineros destinados para construir viviendas, que Luis D’Elia se compraba una flota de camiones cisterna para transportar combustible, que Lázaro Baez acumulaba tantos millones de dólares y ya no los contaba… los pesaba porque no podían perder tiempo, que Cristóbal López se adueñaba de todos los Casinos y salas de juego del país, compraba radios y canales de televisión, empresas petroleras y vaya a saber cuantos negocios mas, todo con los dineros del Estado que debería haber ido a parar a la construcción y funcionamiento de hospitales, escuelas, rutas, jubilaciones dignas, asistencia para quienes estaban excluidos del sistema, renovación de la red energética y tantas obras mas que algún día quizá la justicia pueda investigar si es que se animan los jueces a enfrentar ese poder residual que desde las sombras sigue comprando voluntades.
Apenas una semana antes de dejar el gobierno, OPI, la agencia de noticias de Rio Gallegos, informaba que la ex-casi reina giró a la provincia gobernada por su cuñada, la actual gobernadora de Santa Cruz $1,300 millones de pesos que debía compartir con su colega de Tierra del Fuego, las mismas que al poco tiempo desembarcaban en Casa Rosada para pedir ayuda económica por que sus Distritos se encontraban pasando dificultades financieras.
¿Donde está ese dinero?.
En aquel momento, los periodistas de OPI informaban que según versiones fidedignas «al Banco Nación han ingresado muchos millones de pesos que pertenecen a fondos por obra pública, Vialidad Nacional y Salud, que están siendo cargados urgentemente al sistema para ser retirados en los próximos días, antes que la entrega del gobierno se ejecute el 10 de diciembre “Este es uno de los motivos por los cuales el gobierno nacional se niega a realizar la transición antes de esa fecha, si estos movimientos no se hacen ahora, después quedarán bloqueados”, nos dijo nuestra fuente bancaria, allegada a un funcionario nacional.
Cuando nosotros llegamos a la Estación de servicio para poner combustible al auto, no miramos los números de los litros en el surtidos sino el de los pesos que es lo mas preocupante. Sabemos que los combustibles tienen mucho impuesto, pero convencidos que ese porcentaje va a parar al Estado para el funcionamiento de todos los entes públicos que también utilizamos, agachamos la cabeza y resignados pagamos lo que corresponde.
Otro amigo del relato, Don Cristobal Lopez no se conformó con robarnos $ 8,000 millones al no pagar los impuestos por la venta de combustibles de sus Estaciones OIL ya que como responsable de los peajes en las autopistas Richieri y Ezeiza-Cañuelas, quizá las mas transitadas del sistema, evadió mas de $ 250 millones y no quiere devolver ese dinero porque según dice «estaban destinados a financiar obras y emprendimientos».
La historia recién comienza y sabrá Dios con cuantas novedades nos encontraremos al pasar los días. Una auditoría ordenada por el gobierno actual, descubrió que el empresario patagónico debe por multas -ejecutables o en vías de ejecución- por $ 520 millones de pesos por incumplimientos en esas concesiones de las autopistas.
Es inaceptable entonces creer que la ex-presidente de la nación y su mesa chica, ignoraran semejante cantidad de delitos económicos que afectaron y afectan directamente a la sociedad en su conjunto.
De nada sirve ahora llorar sobre la leche derramada, aunque todavía deberemos recorrer un largo camino para que aquellos ciudadanos de condición humilde, vuelvan a aceptar la verdadera historia de una etapa política argentina plagada de políticos y dirigentes corruptos que aún se empeñan en defender lo indefendible y algo peor aún, son los mismos que desde una «banca» en el Congreso de la Nación o las Legislaturas Provinciales y Concejos Deliberantes, levantan la voz criticando a quienes intentan volver a poner nuevamente a nuestra querida argentina de pie.
De nosotros depende si la política recupera la confianza que el pueblo le ha perdido. Ahora que ya se sabe al menos una parte de lo ocurrido, deberemos estar atentos para que se descubra todo y los culpables encuentren el lugar que les corresponde cuando la justicia así lo resuelva.
«Quien cambia felicidad por dinero… no podrá cambiar dinero por felicidad». José Narosky, Escritor argentino.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556