Por María Celsa Rodríguez
Desde la Resistencia le informaron a Oscar Pérez, que el gobierno había dado la orden de matarlo. Él lo sabía. Sabía que no iba a salir vivo. Y lo que lamentaba era que su equipo también estaba sentenciado a muerte. No iban a negociar, iban a terminar con todos. Su madre había pensado que lo habían detenido y que estaba siendo torturado. Por eso al principio no creía que estaba muerto. Con el paso de las horas se dio cuenta que si. La imagen del ex policía ejecutado recorría la redes sociales.
Para el Gobierno de Maduro, Pérez era un terrorista que tenía la protección y el aval de la oposición y de los empresarios antichavistas. Es más, se decía que actuaba con total desenvolvimiento en la Base Aérea La Carlota, donde los militares lo dejaban moverse en libertad.
Según el Ministro Jorge Rodríguez, Pérez y su grupo pensaban matar a Maduro y a sus ministros. La lista la integraba «el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López; el Vicepresidente, Tareck El Aissami; el Fiscal General, Tarek William Saab y el Primer Vicepresidente del Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello«. Los runrunes sonaban con estridencia, y el tiempo proyectado era el primer trimestre del año. También Diosdado Cabello, aseguró que «los terroristas» iban a atacar la embajada de Cuba en Venezuela.
Se sabía que Maduro, buscaba la reelección. Algo que esta semana lo anunció, cuando debía realizarla en diciembre. Pero el momento era ahora.
Las sanciones impuesta por los Estados Unidos y la Unión Europea, a los miembros del régimen, resultó una excusa formal. Y esto se ratifica en las palabras de Cabello «Si el mundo quiere aplicar sanciones, nosotros aplicaremos elecciones» . Pero está claro que buscan eclipsar la imagen de Oscar Pérez, y evitar que su mensaje de luchar por la libertad de Venezuela, se encienda en la conciencia de los venezolanos. Temían que sea «otro» Che Guevara y el misticismo se apodere de su imagen que se viralizaba en todo el mundo.
Mientras el régimen lo vendía como un mal terrorista, el mundo iba abuenando su perfil hasta convertirlo en un mártir del sistema.
De todos modos la forma como mataron al ex policía y a su grupo, deja un claro mensaje a quienes lo quieran imitar: «Quién se mete con Maduro y su gobierno será eliminado». Tal vez hubiera tenido éxito si los venezolanos se hubieran levantado y salían a defenderlo, incluso la gente de El Junquito, donde se escondía. Pero el miedo los atrapó y eso es lo que busca el gobierno, instalar el miedo. Y alguien que parecía un Rambo debía ser ejecutado, -es lo que pensaron. Borraron toda la evidencia de la ejecución al destruir completamente la escena del crimen. Y un entierro casi secreto y controlado, sembraron dudas a su epílogo.
La visión de Chávez, de imponer un solo candidato en las elecciones para que continué la revolución, con el diseño de un proyecto de patria -que la ha llevado al fracaso-, es lo que propone Maduro. Seguramente se manipularán las máquinas de votación para que «gane» el oficialismo, -aunque se da por sentado-, ante una oposición debilitada y fragmentada, donde los líderes como Leopoldo López y Henrique Capriles, están imposibilitados de competir, ya que uno tiene prisión domiciliaria y el otro esta inhabilitado.
Y siendo el Tribunal Supremo de Justicia, un títere de Maduro, sentenció excluir a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) de los comicios, y prohibió la participación de Voluntad Popular.
Como se ve, hay un solo candidato, así el modelo cubano es copiado en Venezuela.
Para apelar a la emoción, revivieron en Twitter a Hugo Chávez el 25 de enero: “Por encima de todos los dolores, nosotros padres, tenemos adelante la tarea de salvar a la patria para dejársela a nuestros hijos. Ese es el llamado de este momento histórico que estamos pasando”, se lee en la cuenta del «pajarito» del ex Presidente.(@chavezcandanga)
https://twitter.com/chavezcandanga/status/956347300804222976
María Gabriela Chávez, informó que la cuenta de su padre fallecido «fue reactivada y será administrada por el equipo de la Fundación Comandante Eterno Hugo Chávez».
Así, Maduro apela a todas las herramientas que tenga a mano para «ganar», como la manipulación psicológica y emocional de las masas. Su estrategia política es construir un relato y mantenerlo vivo en la memoria del votante, recrearlo y editarlo hasta adecuarlo. Es lo que hacen con revivir a Chávez: recordarle al ciudadano como se vivía cuando estaba Chavéz y que él es el heredero elegido por el líder. Le hará creer a los venezolanos que Chávez vuelve en él.
Y a pesar de tener una imagen negativa del 70%, una hiperinflación de más 11,000% anual, que falte alimentos y medicinas, que no haya un reconocimiento internacional del resultado de las elecciones, y que sea sostenido por el narcotráfico y dirigido por el G2 Cubano. Potencialmente es el Fidel Castro del siglo XXI.