Por María Celsa Rodríguez
Algo huele mal en El Vaticano. Lo cierto es que el arzobispo Monseñor Carlo María Viganò, dirigió un ataque directo al Papa Francisco, al considerar abiertamente que no tomó las medidas esperadas en los numerosos casos de pedofilia. Según él esperaba que el Santo Padre hiciera algo más contundente ante tantas denuncias. Si bien sus antecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, tenían conocimiento de estos hechos pero la Iglesia se mantuvo estática dejando intramuros lo que estaba pasando.
«El papa Francisco debe ser el primero en dar un buen ejemplo a los cardenales y obispos que encubrieron los abusos de McCarrick y renunciar junto con todos ellos», dijo.
Lo curioso es que pida la renuncia al Pontífice que ha dado muestras evidentes de querer enfrentar y perseguir los actos de pedofilia entre los miembros del clero.
Si analizamos en profundidad las verdaderas intenciones de este «enemigo» papal que quiere empujar a Francisco, para que renuncie, colocando su imagen en desequilibrio ante el resto del clero y del mundo.
Pero ¿con qué propósito?
Porque busca que las viejas mafias que pululaban por los pasillos de El Vaticano, vuelvan a tomar el poder. Las reformas que ha hecho Francisco, internamente les molesta y los viejos búhos que se esconden tras los rincones oscuros de la Iglesia con sus ideas radicales, con olor a biblioteca húmeda intentan desandar esos caminos.
En el medio Il Sismógrafo consideran que esto que le hacen a Francisco, es una venganza personal. La carta de once páginas «del ex nuncio vaticano en Estados Unidos, el conservador arzobispo Carlo María Viganò», es un ataque muy bien diseñado y orquestado por los ultraderechistas católicos según lo señaló la editorial del National Catholic Reporter (NCR), un semanario católico estadounidense de orden conservador.
Cuando el Papa iba de regreso a Roma, desde Irlanda, los periodistas le consultaron sobre las acusaciones de Viganò y dijo:
«Cuando pase un poco de tiempo y hayan sacado sus conclusiones, quizás yo hable».
El lobby ultra-católico que esta detrás de esto también financió la campaña presidencial de Donald Trump.
Entre los nombres que suenan apoyando a Viganò están Carlos Cafarra, Joaquin Meisner (Joachim Paul Meisner), Walter Brandmüller y Raymond Leo Burke, y el exprefecto de Doctrina de la Fe, el cardenal Müller. Pero también el Opus Dei.
Burke, es opositor a Francisco, por darle la comunión a los divorciados.
Stephen Bannon (Stephen Kevin «Steve» Bannon), que trabaja en la Casa Blanca es contrario a la política migratoria que apoya al Papa
Gerhard Müller (Gerhard Ludwig Müller), se opone a la interpretación de carácter liberal de la encíclica Amoris Laetitia, y critica al secretario de Estado, Pietro Parolin, por negociar la paz en Colombia y acercar a Cuba a los Estados Unidos.
Es mas, han pegado carteles anónimos en los alrededores de El Vaticano con ataques a Francisco, por sacar a los sacerdotes corruptos de sus congregaciones, cercenar a la Orden de Malta y darle la espalda a los cardenales ultraconservadores.
Hay cardenales que están furiosos con el Papa, por su política interna más abierta que quiebra los dogmas exigidos por la Iglesia hacia sus fieles.
«Es necesario que los obispos estadounidenses se levanten unidos y defiendan a Francisco, sino es posible que se instrumente un cisma», advierte Michael Sean Winters.
En la oscuridad de la Iglesia los enemigos de Francisco, se esfuerzan por destruirlo. El argumento que el Papa quiere destruir los cimientos del cristianismo pega fuerte sobre el perfil del argentino, donde se expone con crudeza y sin miramientos diplomáticos que hay un ‘lobby gay en el Vaticano», que aspira a abrir la Iglesia al colectivo gays, a las parejas divorciadas para que puedan acceder a casarse nuevamente y a los nuevos tipos de familias disfuncionales.
Por otra parte el Diácono Jorge Sonnante, denuncio que hay un entramado de pruebas que demuestra una sociedad corrupta entre El Vaticano con ex mandatarios de Latinoamérica, «van a salir cifras enormes como las de Cristina Fernández de Kirchner, Evo Morales y Maduro» entre otros altos mandatarios populistas. «Hay documentos reales en los que cada presidente asumió un acuerdo con Francisco y firmó para tener un número de cuenta».
Según Sonnante, El Vaticano tiene cuentas que pertenecen a la mafia, al narcotráfico, a la corrupción de políticos y empresarios.
«El Vaticano se estaba limpiando de la corrupción y Francisco la restauró, -piensa. Benedicto XVI, sacó a los predófilos y Francisco, les devolvió sus puestos… En Roma se esta diciendo que Francisco, es peor que los Borgia», aseguro el diácono que dice sentirse perseguido por Roma.
Esta claro que Francisco, esta molestando a la curia, pero también ha hecho las cosas mal.
La autora es: Directora de ChacoRealidades; www.chacorealidades.blogspot.com.ar; Analista del Circulo Acton Chile @CirculoActonChile