Por Ricardo Bustos
Cuando un lector escribe y siente respeto por el prójimo, lo hace, creyendo que su verdad no es la del otro y por lo tanto debe y está obligado a aceptar todas las expresiones que se viertan en los medios donde a Él, también se permite publicar su pensamiento.
Muchas veces ocurre que algunos medios, consideran a una opinión o carta de lector como una referencia para que otros ciudadanos poco proclives a la escritura, se animen a volcar sus críticas debajo de los comentarios que figuran al pie de la nota y ello, representa una alternativa maravillosa de cruces verbales que, en otros tiempos, no hubiéramos tenido la oportunidad de lograr.
En todo orden de la vida, encontraremos a quienes, por cercanía en acontecimientos importantes de la vida institucional, han tenido acceso a ciertas informaciones que, para otros, por su falta de interés o desconocimiento estaban ausentes en su diario andar por la vida. Hemos escuchado miles de veces las palabras «articular, monopolio, gorilas, fachos, militantes» y otras tantas que no viene al caso mencionar, pero que se hicieron costumbre en los años de la «década robada».
Jamás escuchamos a nadie que nos diga los millones de pobres que había en el país, la falta de todo tipo de insumos en los hospitales y los magros haberes de los profesionales de la medicina, la enorme cantidad de comedores escolares y barriales que fueron naciendo al amparo de un «modelo de inclusión», el crecimiento alarmante del consumo de estupefacientes y alcohol en los niños y adolescentes, las nuevas madres del modelo con sus bebes cobrando un plan social, como si ello fuera la solución al problema que esa joven deberá superar sola en una sociedad cada vez mas discriminadora.
La Escuela y los Docentes militantes, son el símbolo mas cruel que nos han dejado. Han politizado la educación y la cultura, los medios, el arte y como si fuera poco el dolor que sufre la gente que vive en los asentamientos, sus propias vidas, dejándolos cautivos en manos de quienes «manejan» a su antojo la venta y consumo utilizando para ello a los menores indefensos que nada saben del peligro al que se exponen pero no serán detenidos por la policía por su propia condición de menor.
Durante 12 años, el régimen que se adueñó de la nación, abandonó por completo el sentido de la palabra «República» porque desde sus comienzos se hizo socio de aquellos que eligieron la dictadura como forma de gobernar, una vez que fueron elegidos por el voto del pueblo al que prometieron «sacar del infierno».
Los ejemplos mas contundentes han sido aquellas fotos que mostraban al matrimonio gobernante junto a Hugo Chávez, Evo Morales, Dilma Rousseff, Lula Da Silva, Rafael Correa, Los hermanos Castro y para reafirmar sus ideales, alguna visita a esos países que solo existen porque tienen un asiento en el recinto donde se reúnen los representantes ante las Naciones Unidas, una vez al año, para hacer honor a la fiesta del bostezo, por los extensos discursos vacíos de todo contenido.
Claro que hubo excepciones con nuestros representantes, Una vez tuvimos que comernos el sapo cuando el fallecido presidente Kirchner nos obligó a reconocer que todos éramos hijos de Hebe Pastor (Bonafini) a quien después tuvimos que sumarle una sociedad no tan anónima porque sus colaboradores políticos tenían nombre y apellido para poder lavar los dineros de las miles de viviendas que NO construyeron habiendo recibiendo los fondos para ello.
La palabra «régimen», conocida por ser utilizada como forma de gobierno por el que se rige un país (Régimen constitucional, absolutista) y hasta podríamos agregarle caprichoso, dejó sembrado de «minas intelectualmente peligrosas» en muchas generaciones de adolescentes y jóvenes argentinos a quienes se bloqueó sus cerebros y hoy deambulan por oficinas públicas, Legislaturas, Concejos Deliberantes, Entes autárticos, Empresas Estatales, Universidades, convirtiendo a un empleo digno en cuevas de fomento revanchista por un proceso de cambio que no están capacitados para asumir que existe, en un país con muchas mayores posibilidades de integrarse al mundo a pesar de la crisis que está viviendo.
La desidia y soberbia que imperaron mientras los dueños del modelo que iba por todo haciendo millonarios a sus líderes, nos ha dejado en las antípodas del progreso al que deberemos buscar con mucho esfuerzo caminando a paso firme pero prestando atención a las actitudes de estos pícaros que se resisten a abandonar las prácticas violentas cuando algo no les gusta porque no conviene a sus intereses.
Seguramente jamás podremos recuperar los millones que robaron a las arcas del Estado, pero si es cierto, que jamás podrán caminar libremente por las calles de Argentina, porque siempre habrá algún ciudadano de bien que le hará recordar la deuda que tienen con el pueblo al que dejaron abandonado.
Son tantos los delincuentes que formaron parte de la «Banda», que no vale la pena escribir sus nombres y apellidos, aunque muchos desfilan hoy con total «impunidad» por los programas de TV, radio o artículos en medios gráficos afines al desaparecido grupo político.
En su momento, se dedicaban a criticar a los «monopolios» de los otros, no los de ellos, pero todo lo que queda escrito, afortunadamente alimenta la historia y nos sirve para refrescar la memoria o informar a las nuevas generaciones.
Ayer nomás, hasta el año 2015, el monopolio del kirchnerismo tenía como ventanas periodísticas y de propaganda a los Diarios El Argentino, Tiempo Argentino, Diagonales, Buenos Aires económico, La Gazeta del Cielo, Semanario Miradas del Sur, Revistas Veintitres internacional, Newsweek Argentina, 7 Días, Contraeditorial, Asterisco, Lonely Planet, Algunos programas importantes de Radio América, Radio Del Plata y las 44 emisoras de FM del interior que retransmitían sus programas (Grupo Electroingeniería)
Canal CN 23, Canal 360 TV, Canal TV Crónica, Canal TV 9, los medios oficialistas (no oficiales) Canal 7 TV, Encuentro, Paka Paka, Incaa TV, Canal Telam TV agencia de noticias, Canales TV digital 22, 23, 24, 25, Canal TV satelital Bs.As., LRA 1 Radio Nacional Bs. As. y sus 50 filiales en todo el país que respondían al mismo proyecto político, Radio nacional Folklórica, Clásica, Rock, Arsat (Empresa Argentina de Soluciones satelitales). Grupo Moneta, (Raúl Moneta) Radios Belgrano, Splendid, Libertad, Rock & Pop, FM blue, FM Metro, FM San Isidro Labrador, Revistas El Federal, Bacanal, Jineteando, Dinámica Rural y en el interior del país, la mayoría de las Emisoras de Radio y Televisión en las Provincias gobernadas por el FPV o mandatarios con ideas políticas afines al poder central de entonces.
No podemos dejar pasar por alto un tema que tiene a mal traer a miles de ciudadanos que alquilan departamentos y cada mes deben transpirar cuando llega la factura que indica el monto a pagar por las expensas del edificio. Todo tiene un por qué. El Grupo Santamaría, forma parte de la telaraña kirchnerista y financia con fondos del Sindicato SUTERH (los encargados de edificios de propiedad horizontal) la Radio AM 750 de Buenos Aires, la Revista Caras y Caretas y una lista mucho mas extensa que por su poca fama en la lectura cotidiana, no deja de ser importante para los fines que perseguía el régimen pasado.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556