Por Ricardo Bustos
Infiltrados con algunos «mapuches», grupos subversivos llevan adelante acciones violentas persiguiendo oscuros intereses que, a la luz de los acontecimientos, se va descubriendo su parentesco con la guerrilla peruana «Sendero Luminoso», la colombiana «FARC» y grupos violentos de esos que los argentinos estamos acostumbrados a ver por televisión toda vez que se realiza algún reclamo social con epicentro en Plaza de Mayo y adyacencias.
Según sus declaraciones a la prensa, luchan por un mejor sistema de vida, en contra del neoliberalismo que oprime a los pueblos, contra un gobierno que entrega la soberanía y hostiga a quienes no piensan como ellos.
Hasta los sacerdotes tercermundistas se han enrolado con la lectura de este mentiroso libreto ideológico.
Claro está que esta gente que, dice representar a los pueblos originarios para defender sus derechos, solo tiene ojos para un territorio del extenso mapa de la República y haciendo hincapié en la ideología enfrentan una realidad que tarde o temprano le dará la espalda a sus pretensiones que no cuentan con sustento constitucional y mucho menos social.
Desde el propio centro del poder con raíces kirchneristas, el Senador Nacional por Río Negro y jefe de la bancada del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, resulta ser uno de los mas críticos y en términos muy duros contra el Movimiento Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) acusándolo de ser un «grupo violento que está en tareas insurreccionales. En la cordillera hay tufillo a Sendero», aludiendo al grupo armado peruano Sendero Luminoso.
Obviamente, Pichetto, está queriendo dejar atrás 12 años de mentiras y complicidades con el aparato de poder que conducía la abogada exitosa y ahora intenta despegarse de la «Asociación ilícita». Para el Senador la intervención de los grupos violentos está agitando un fantasma muy ligada a la historia peronista y hay mucho «protomontonerismo» en la frontera. En su prédica contra los grupos radicalizados mapuches, el senador rionegrino pidió fortalecer las Fuerzas Armadas, en particular el Ejército» y agregó que «En el mundo hay dos lugares vacíos: Siberia y la Patagonia; en Siberia está el ejército ruso«. A buen entendedor pocas palabras.
Si esta gente violenta levantara la cabeza y fijara su mirada en el norte de nuestro amado país, comprobaría que allí es donde se encuentra la expresión mas explícita de la vulnerabilidad de los pueblos originarios con los Chorotes, Wichis, Chulupies, Tobas, Guaraníes, Tapiete, Mbya, Chané, Mocoví, Pilagá o Tobas.
A pesar de permanentes «actos fallidos» de algunos gobiernos por eliminar de la tierra a estas comunidades que habitan el suelo argentino pero con costumbres ancestrales que debemos respetar, aunque para algunos sea una «realidad arqueológica».
Es por causas de extrema pobreza de estos pueblos, que no tienen voz y voto para defender sus lenguas y cultura, por ello quizá los violentos que operan en el sur argentino quemando todo lo que encuentran a su paso, encontrarían en el norte originario una oportunidad maravillosa de lavar su alma de tantos pecados, volcando en obras, amor, contención y defensa de los intereses de los miles de hermanos aborígenes que padecen el olvido y la muerte temprana por falta de atención primaria.
Rolando Núñez, Coordinador Centro Nelson Mandela en Chaco, relata en el sitio «Solo Chaco» que Ezequiel Rigoberto Rosario, de 22 años, vive en la localidad de Sauzalito, ubicada a 580 kilómetros de la ciudad de Resistencia, Chaco, en pleno Impenetrable. Es un joven indígena de la etnia «wichi» que acarrea una severa discapacidad neurológica y orgánica desde que naciera. Permanece postrado, inmovilizado y rígido en la silla de ruedas o en la cama. No recibe asistencia médica, ni siquiera kinesiológica. Ezequiel actualmente atraviesa un marcado y generalizado desmejoramiento. Presenta desnutrición moderada, asociada a su discapacidad, que la familia atribuye a que no se lo puede nutrir correctamente por falta de alimentación especializada que se le debería brindar con la asistencia del Estado. Presenta costras en piel, signos de deshidratación y necesidad de una mejor higiene.
La familia refirió que Ezequiel, hace un año que no es controlado por los médicos y dos que espera que le consigan un turno para que un neurólogo lo atienda en el Hospital Perrando de la ciudad de Resistencia.
El papá de Ezequiel, le llaman Argentino Rosario. La mamá, Cristina Corzuela, se desempeña como ayudante docente indígena. La pareja tuvo siete hijos, Marcos (8), Iván (9), Jaqueline (20), Alesio (23), Erica (23) y Javier (24). Los ingresos de la familia se integran con el sueldo que percibe el papá y las pensiones que recibe la madre por sus 7 hijos y por la discapacidad de Ezequiel. No viven en situación de indigencia, pero sí de pobreza tomándose en cuenta el contexto socio-sanitario del lugar la vivienda familiar es pequeña y precaria.
Fue construida de a poco. Está ubicada en la calle Carlos Saúl Menem. Enfrente, calle de por medio, está la oficina de Asistencia Social de la Municipalidad de Sauzalito. En la misma cuadra, compartiendo la vereda, vive Carolina Gardiol, que es asistente social en el Hospital de la localidad. En la esquina funciona el Juzgado de Paz, a cargo de Sandra Pérez. Sin embargo, Ezequiel parece invisible a pesar que todos los medios disponibles del Estado en el lugar los tiene muy cerca de donde habita.
Por redes sociales se difundió la asistencia humanitaria que la Brigada de Bomberos de Sauzalito brindó a Ezequiel. Sus integrantes estuvieron en la vivienda familiar y encontraron a Ezequiel muy desmejorado. Describieron un “incendio social”. Comprobaron que el joven discapacitado se encuentra “mal nutrido, mal hidratado, con falta de higiene, espástico (rígido, duro por falta de movilización de sus miembros y cuerpo), y con escaras en su cuerpo”, atribuyendo este cuadro al hecho de que Ezequiel, está mucho tiempo acostado, con poca aireación entre su cuerpo y la cama. Los miembros de la Brigada refirieron que “fue impactante ver como un ser humano discapacitado esté sobreviviendo en esas condiciones (…) postrado hace dos años y que hace un año que no lo sientan”. Agregaron que pasaron dos años desde la última vez que fue examinado por un neurólogo.
Solicitaron que el joven discapacitado fuera inmediatamente hospitalizado en el hospital de Sauzalito. Asumieron el compromiso de gestionar un turno en el neurólogo en la ciudad de Resistencia para que se reanude la atención suspendida a Ezequiel hace más de dos años. Cuenta Rolando que al cierre de la nota que publica, Ezequiel, fue derivado desde Sauzalito al Hospital del Bicentenario General Güemes, de J.J. Castelli, que es el de referencia regional para El Impenetrable. Salió de Sauzalito a las 3 de la madrugada de hoy. Va acompañado por su papá, su mamá y un hermano menor. Todo indica que, finalmente, será atendido en el Hospital de mayor complejidad de la Provincia del Chaco, el Perrando-Castelán de Resistencia, para que se le brinde la asistencia integral que se le debe.
La respuesta del sistema sanitario, como casi siempre ocurre, se activa cuando el control social dispara las alertas.
El caso de Ezequiel confirma el colapso del funcionamiento del sistema de salud pública y de las políticas y programas sociales especialmente para los pueblos originarios de algunas regiones del norte argentino.
Quizá los hermanos mapuches y quienes se alistan en sus filas sin tener algún lazo de sangre que los pueda unir aunque sea por territorialidad, dejen de pelear un poco por las tierras y comiencen a luchar por la verdadera defensa de sus hermanos, por historia, costumbres y derechos que les fueron arrebatados desde el comienzo de nuestra nación, sin siquiera haber organizado sus vidas para la nueva vida en un suelo que deberíamos compartir todos como verdaderos hermanos, respetandonos unos con otros en las costumbres, creencias y lenguas.
La Constitución Nacional Argentina, en su Artículo 75, inciso 17: dice que «Corresponde al Congreso reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos». ¿Se entiende bien? ARGENTINOS, por lo tanto, la nacionalidad de los violentos de la comarca sureña no pueden esgrimir como defensa una nacionalidad que, en este, nuestro suelo es delito penado por la Ley.
«El diálogo, basado en sólidas leyes morales, facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la vida, de toda vida humana. Por ello, el recurso a las armas para dirimir las controversias representa siempre una derrota de la razón y de la humanidad». SS Juan Pablo II- (1920-2005) Papa de la Iglesia Católica.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556