Por Ricardo Bustos
La era Kirchnerista, en cuanto a los medios se refiere, se caracterizó por alimentar con cierta exageración, una política de difusión deformada de la realidad por medio de periodistas muy bien pagados (con nuestros dineros) quienes hoy no pueden creer que la mentira llegó al final del camino y no hay salida para retomar su estúpida manera de apoyar a un «modelo» vacío de ideas y proyectos, repleto de contradicciones.
Al no contar con los medios oficialistas para volcar su odio, utilizan las redes sociales y como están muy lejos de la tierra y mas aún de argentina, inventan en su pequeño mundo, modos de vida que la mayoría de los ciudadanos tratamos de olvidar por muchas razones, una de ellas es el daño que nos produce volver al pasado y otra saber que no sirvió para nada.
Ya no se trata ni de olvido ni perdón, ahora es el tiempo de mirar hacia adelante y dejar de lado las frustraciones que nos produjeron tantos años de desencuentros a los que el gobierno del matrimonio Kirchner nos tuvo acostumbrados.
Hay muchos exponentes del idiota fanatismo, (lease que nombro como idiota al fanatismo y no al individuo) y una de las muestras fué el señor que en cada partido de fútbol nos rompía los tímpanos intentando convencernos sobre las bondades del modelo monárquico imperante en el país.
El hombre es Don Javier Vicente, a quien no conocí hasta que se fué el gobierno que lo tenía contratado porque cuando miraba fútbol ponía el audio de la radio.
Se puede ser militante todo el día, menos en el lugar de trabajo, pero este hombre fué «el relator de fútbol militante» nada menos que en Fútbol para Todos.
Hoy Don Javier se burla y falta al respeto a todos los ciudadanos de buena voluntad que eligieron por medio del voto libre otra opción política para ser gobernados, y nos dice «el gobierno es la nueva dictadura» apenas a una semana de haber asumido. Con un rostro de piedra y fuera de lógica se atrevió a quitarse el chaleco de fuerza y gritar a los cuatro vientos que al «nuevo gobierno no le falta mucho para que vuelvan los vuelos de la muerte y los campos de concentración», pero como se quedó corto con sus pavadas, agregó que «estamos ante la censura y caza de brujas» y además, llamó al pueblo «a defender en la calle la Ley de Medios», como si el pueblo no tuviera problemas mas importantes a resolver en el día a día.
Visto estos exponentes que han sido «mal ideologizados» con mentiras y faltos de información fidedigna, poco cuesta creer que se haya exportado el sistema argentino hacia otras latitudes porque al escuchar las declaraciones de la Canciller venezolana en la Cumbre del mercosur que se realizó en Asunción del Paraguay, criticando a Mauricio Macri por haber liberado a los «genocidas represores de la dictadura» o «querer meter presa a Hebe de Bonafini» nos marca pautas como para comprender cuál es la línea que ha dominado políticamente gran parte de esta América a la que mucho falta para que llamemos «patria de hermanos» porque a mi humilde entender como mucho llega a tener la categoría de malos socios y con problemas diferentes, algo que complica mas la solución esperada a la hora de tratar temas que preocupan a la gente.
En lo personal, no he visto reacciones solidarias hacia el presidente de los argentinos cuando recibió la insólita agresión por parte de la Canciller venezolana ya que solamente fueron tibias expresiones llamando al consenso entre ambas partes.
En orden de aclaraciones, referidas al tema de la dictadura en Argentina por parte de la representante bolivariana, Macri en ese entonces tenía apenas 17 años y en cuanto a la imputación que pesa sobre la señora Hebe de Bonafini, deberá aceptar que el fiscal federal Carlos Stornelli imputó a la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, por haber llamado a una marcha para resistir al gobierno de Mauricio Macri.
Como verá la señora Canciller es la Justicia la que tomó esa medida y por causas diferentes que nada tienen que ver con el comportamiento del presidente de los argentinos y sus actos de gobierno.
Aquellos que se hicieron dueños del gobierno durante 12 años, burlando la Constitución Nacional en todos sus artículos, hoy se rasgan las vestiduras porque la gente eligió otra forma de vida, la que no tenga sentimientos encontrados a la hora de sentarse a una mesa para dialogar y tratar de buscar las soluciones mas urgentes que el país está requiriendo.
«Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo». Abraham Lincoln.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556