Por Ricardo Bustos
Como cada año que se inicia, los argentinos abrigamos la esperanza de un cambio positivo para nuestras vidas y la de nuestros semejantes. En base a ese deseo, planificamos la mayor parte de nuestros proyectos que, generalmente, se sustentan en la sana convivencia sin sobresaltos o noticias que golpeen nuestros sentimientos.
Lamentablemente cada día se suceden casos que no quisieramos enterarnos existen, porque no caben en nuestras mentes, habida cuenta que presumimos de ser un país que avanza hacia un futuro promisorio y en ello va implícito el desarrollo humano con la contención social de los sectores más vulnerables.
Según informa el Diario El Comercial de la ciudad de Formosa, Una“niña-madre” dio a luz a la primera beba del 2018 en Formosa.
Se trata de una joven de 14 años a la que tuvieron que hacerle una cesárea debido a que su estructura ósea y su baja estatura no permitían que el parto fuese natural. La madre como la niña a la que dio a luz se encuentran bien.
Judith Evelyn, nació pasadas las cero del 1 de enero de 2018 en el Hospital de La Madre y el Niño. Así lo relató la doctora, Diana Gayoso, médica ginecóloga del Área de Obstetricia del nosocomio donde atendieron a la madre de la beba que llegó con trabajos de parto.
“De por sí un embarazo adolescente es de alto riesgo pero si a eso le sumamos que esta niña no tenía la zona de la pelvis desarrollada y además venía con baja estatura, fue necesario hacerle una cesárea”, explicó la profesional.
Así, la jovencita dio a luz, pasadas las cero horas, aproximadamente a las 00:15 de la madrugada del lunes 1 de enero del 2018, a su hijita, Judith Evelyn, que pesó algo más de 3 kilos.
Tanto la madre como la beba están fuera de peligro y gozan de buena salud, explicó la doctora Gayoso.
Hasta aquí la información de los profesionales médicos que han cumplido con la dura y riesgosa tarea de traer un niño al mundo en condiciones nada normales a juzgar por la edad y contextura física de la madre. Un largo camino queda aún por recorrer si es que la Justicia actúa como corresponde porque no se sabe si el padre de la criatura es un menor como la niña-madre o bien fué víctima de algún abuso de un mayor al que alguien puede estar protegiendo porque forma parte de un grupo familiar como ha ocurrido tantas veces.
Nada cambia bajo el sol de nuestra República y si este es el comienzo de un año, vayamos acostumbrándonos a leer noticias como la que se menciona o peores aún a lo largo y ancho del país porque este no es un problema solamente de Formosa. Ocurren casos similares en el Conurbano bonaerense, la Capital Federal o cualquier provincia argentina, solo que muchas veces los medios no se enteran o bien no se hacen eco de la noticia.
Así las cosas, seguiremos involucionando y cada día veremos por las calles del país mas niñas-madres con sus bebes jugando como si fueran sus hermanitos pequeños, pero con la diferencia que se trata de su propio hijo al que todos sabemos mucho no podrá aportar porque aún no ha quemado las lógicas etapas que toda adolescente debe quemar para tener cierto grado de responsabilidad frente a lo que la vida le presente como desafío.
«Cuando una adolescente tiene un hijo, un capítulo de su vida termina, pero otro aún más sorprendente comienza».
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556