Por Ricardo Bustos
Aún no sabemos quien será el triunfador en las elecciones presidenciales pero ya han salido a preocupar a la sociedad con sus acostumbradas formas violentas de manifestar al servicio de quien mejor les abone el trabajo.
Tal el caso del impresentable Fernando Esteche, quien lidera una organización llamada «Quebracho» y que el común de la gente no tiene la menor idea a quien responde o cuales son sus objetivos en el concierto de las organizaciones sociales porque lo único que se les conoce es a su gente con el rostro cubierto, palos en sus manos y violencia en cada presentación pública.
Este «muchacho» ya advirtió que si gana Macri el 22 de noviembre, su agrupación va a salir a la calle a resistir porque de acuerdo a su pensamiento, la propuesta de «Cambiemos» es excluyente y antipopular, como si a todos los argentinos nos gustara como actua «Quebracho» y encima nos quiere hacer creer que el pueblo es «Quebracho» y va a salir a resistir.
La realidad es que hemos llegado a un punto tal que la sociedad solo quiere paz y armonía entre los dirigentes y de una vez por todas se pongan de acuerdo en las cosas que verdaderamente necesita nuestra nación para comenzar a crecer, porque material humano hay de sobra y capaz de poner el hombro sea cual fuere el candidato que llegue a gobernar después del 22.
En la misma vereda que «Quebracho» pero ocupando un cargo importante en la administración pública como es el de Ministro de Economía, Axel Kicillof no tuvo mejor idea que darle un pequeño empujoncito hacia el precipicio a Daniel Scioli, al tratar de «forro» a Sergio Massa por sus críticas hacia el gobierno por el aumento que otorgó el Servicio Penitenciario Federal llevando el salario de los presos con fondos de la Anses a $ 6.060, mientras que la jubilación mínima actual está muy por debajo de ese monto, olvidando el impetuoso joven Ministro que el propio Massa está hablando con el candidato del oficialismo en la búsqueda de concenso para aportar algunos votos de cara al ballotaje.
No quedó allí la situación porque volvió a utilizar la vieja y desgastada muletilla, criticando a Clarín y La Nación como si a esos medios les importara aunque sea un poco la opinión del Ministro.
Quizá el Sr. Kicillof debería recorrer un poco la amplia gama de diarios, sitios de internet o bloggs que existen en esta nueva era para comprender que son muchos los medios que opinan mas o menos de la misma forma con respecto a su gestión al frente del Ministerio y su catastrófica herencia que dejará después del 10 de diciembre.
Si esta es la posición de quienes, se dicen gente del modelo, flaco favor le están haciendo a Scioli y por ende a todos aquellos dirigentes que han apostado a favor del Gobernador bonaerense porque saben que es la última carta que les queda por jugar.
Algo está claro y es que Kirchnerismo y La Cámpora no tienen absolutamente nada que ver con Peronismo y por mas que el ya histórico Movimiento no está pasando hoy por su mejor momento, se sabe que sus históricos, criticados o no, aún conservan el «temple» para negociar con quien sea llegado el momento de arreglar situaciones difíciles, algo que los violentos jóvenes idealistas que enarbolan las banderas de los billetes no entienden, porque jamás han sentido el calor, sufrimiento, pasión y fuerza para luchar por una verdadera bandera política con sus triunfos y fracasos.
No hace falta ser Peronista para comprender que esto que nos dejan los actuales gobernantes en nada se parece a la justicia social, aquella que nació para proteger a los mas necesitados. Como epílogo, el referente del Cristinismo Kirchnerista Don Axel, nos deja una frase que lo muestra de cuerpo entero, como si se estuviera mirando en el espejo de su gestión al decir que… «Macri va a dejar un país cola para arriba».
Me gustaría ser fantasma para observar en detalle de que manera van actuar «todas y todos» los miembros de este gobierno una vez que bajen a la tierra y se den cuenta que ya no podrán utilizar aviones, helicópteros, autos oficiales, tarjetas de crédito sin límite de gastos, créditos que jamás van a pagar, coimas que no recibirán y por sobre todo, el rostro que nos mostrarán cuando sepan que en algún momento algún desvelado de la Justicia legítima o ilegítima, tenga la voluntad de iniciar o abrir alguna causa por los cientos de casos de corrupción en los que han incurrido durante la gestión de poder… ya no de gobierno.
Ahora si… la princesa estará triste y ya sabemos que tendrá la princesa.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556