Por María Celsa Rodríguez
La CGT está dividida, hay escombros internos diseminados. La marcha de Moyano puso nervioso a muchos. Los ausentes dan la espalda al líder camionero que ven que esto es una afrenta contra Macri. Un tema personal que traspasa el tema de las paritarias en marzo.
Moyano quiere mostrar que la tiene mas larga que el gobierno.
Y a muchos parece no importarle las causas judiciales por presunta asociación ilícita por fraude cometido al Club Independiente, lavado de dinero y desvío de fondos de la obra social del sindicato de camioneros, que han hecho enriquecerlo al camionero y a su familia.
Me pregunto: ¿hay sindicalistas pobres? Bien lo dijo en el 2000 la que hoy es Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuando discutía en un programa de América 24 con el «aliado» de Moyano, el canillita Plaini: «Ustedes son todos chorros, ladrones, delincuentes», generalizó.
Con una imagen pública paupérrima, Moyano, prueba su fuerza, apoyado por el séquito de los que siempre arengan para el demonio, como la Corriente Federal de Trabajadores, los movimientos sociales, las agrupaciones kirchneristas y los partidos de izquierda, entre otros.
Muchos dirigentes sindicales están presos y otros hacen cola afuera de la cárcel entre esos esta Hugo Moyano, que espera su turno, mientras apuesta sus dados. Ponerse a la defensiva y pensar que el gobierno de Macri está contra los sindicatos es instalar la idea equivocada. Lo que hace la justicia es investigar a los que se hicieron ricos a costa del Sindicato desviando fondos o blanqueando dinero. Los gordos se han atornillado al poder y llevan años manejando las cajas sociales de los trabajadores. Irónico fue Omar Plaini, al decir que le dan «asco los casos de gremialistas corruptos», sin embargo apoya a uno.
La mafia sindical siempre fue un broche en el ojal de cada líder. Parece ahora molestarse con un calificativo que siempre lo han identificado. Quizás el cáncer que dominó este corporativismo corrupto por décadas comienza a ser atacado. Y unos cuantos ya no quieren besar el anillo.
Pagando movilizaciones durante la década K, y financiando campañas políticas, ellos se han aliados a caudillos provinciales para mantener su hegemonía. Se sabe que la campaña presidencial de CFK y de Scioli, fueron financiadas por algunos líderes sindicales.
Moyano, también se ha visto envuelto en el narcotráfico. En la mesa de Mirtha el ex jefe de la SIDE Tata Yofre a cargo del organismo durante la presidencia de Carlos Menem, contó que en 1989 ordenó un allanamiento en una de las oficinas del actual líder de la CGT. “En el lugar encontramos medio kilo de cocaína”, y agregó: “esto nunca se supo, lo estoy contando ahora”.
Por su parte en alguna oportunidad la Dra. Carrió afirmó que «Hugo Moyano, tiene negocios con sus camiones que están más allá del tema de la basura, sugiriendo posibles vínculos con el narcotráfico».
Moyano, bailó con seducción con los últimos gobiernos, y hoy esta demostración de fuerza y poder entre él y Macri, antes de la reforma laboral, se concentra en exponer el verdadero retrato del líder sindical y colócarlo frente a las cuerdas de la justicia, mientras él concentra a las masas que apoyan continuar enriqueciendo al líder.
¡¡Quién apoya a Moyano, apoya la corrupción!!!
¿Quién dijo que a un sindicalista le importa los trabajadores?. Le importa los obreros que trabajan para darle la miel.
La autora es: Directora de ChacoRealidades; www.chacorealidades.blogspot.com.ar; Analista del Circulo Acton Chile @CirculoActonChile