Por Ricardo Bustos
Cuando uno ya dobló el codo y recuerda como vivió su infancia y juventud, las primeras imágenes que llegan a la mente son aquellas que nos regalaron… el barrio, los vecinos, los chicos de nuestra edad con los que fuimos creciendo sin sobresaltos en una vida que no fue fácil pero tampoco un mar repleto de tiburones y si los había, siempre aparecía a nuestro lado algún experimentado mayor que nos guiaba hasta volver a encontrar el camino correcto.
Mirando los programas de la televisión, no salgo del asombro al enterarme que ahora aplauden diez chicos para que dos se maten a golpes y al final todos salen felices después de semejante cruel espectáculo.
Esta tarde y como lo hago todos los martes fui al kiosco de revistas y justo en el momento que estoy abonando, aparecieron como bandada de pájaros unos muchachos del Colegio Secundario y ahí sin mediar palabra, se formó un círculo y en el medio los protagonistas de una feroz pelea se propinaron fuertes golpes hasta terminar los dos sangrando con sus caras destrozadas y sangre por todas sus ropas.
Obviamente esto no debe haber comenzado en esa esquina y los viejos rencores de estos jóvenes estallan en cualquier momento y lugar, pero lo que mas me asombró fue que al instante de haber finalizado esta pelea callejera, llegó una señora a retirar como yo unas revistas que había encargado y la propietaria del Kiosco le dijo… «Mirá vos… si venías un rato antes tenías trabajo extra».
Resulta que la Dama en cuestión es Policía y ya pasaba de los cincuenta, es decir que por lógica, con esa profesión y edad habrá visto muchas veces casos como el que nos ocupa, pero su reacción fue muy simple y respondió que «los chicos no le hacen caso a los padres y no se puede hacer nada para corregirlos», entonces, de comedido no más y con el respeto a la «Dama Policía», le dije que cuando era adolescente, una vez me hice la «rata» para ir en tren a comer un «puchero» a Capital Federal desde mi Ciudad de La Plata (60 kms.) con otros compañeros del curso y grande fue el susto cuando al otro día… que casualidad… justo a los que habíamos ido por el puchero, nos convocaron a la Dirección… sin chistar y todos juntos.
Al llegar, nos esperaba la señora Directora junto a los padres de todos los «vivos» que habíamos realizado esa hazaña… la de hacernos la rata ni mas ni menos y además, mientras estábamos en clase, como unos héroes de alguna batalla, los valientes estúpidos juveniles, festejábamos y alguno ya estaba planificando algo similar para mas adelante.
La historia no terminó allí, pues después del llamado de atención de los Directivos de la Escuela, en mi caso, mi viejo me llevó a casa… pero caminando y a patadas en el tuje… (perdón pero es literal) y me enteré que alguien había pasado el dato de nuestra aventura a la Dirección y por ello, con absoluto hermetismo y respeto, llamaron a nuestros padres para darnos una lección que… hasta el día de hoy está presente y me fue muy útil para el comportamiento humano a lo largo de la vida y estoy seguro que a aquellos, mis compañeros del «puchero» también.
Lamentablemente a veces, cuando uno cuenta sus vivencias, algunos se enojan y nos tratan de fachos, dominantes, represores, pero lo cierto está en que dos mas dos son cuatro y aquí lo que está faltando es la palabra «Padres» con mayúscula, Padres que hablen, escuchen, acompañen, informen, entiendan y ayuden a los chicos que están pidiendo a gritos los escuchen… porque … tienen un problema… ¡son adolescentes! y muchos son los temas que los superan ya que el mundo nuevo se les vino encima sin avisarles de los peligros que traía consigo.
Siempre recuerdo al Abuelo Antonio, cuando les decía a mis viejos (que también fueron jóvenes)… ¡un buen chirlo a tiempo y después nunca mas lo necesitará!….
Un dato importante para este presente, es que cuando éramos niños nuestros Padres se preocupaban porque había epidemia de Poliomielitis y temían que a alguno de nosotros nos atacara el virus como lo hizo con tantos millones de niños en el mundo y hoy, definitivamente estoy convencido que los gobernantes no hicieron absolutamente nada para continuar con una política sanitaria que aleje esos temores ya que la OMS (Organización Mundial de la Salud) acaba de anunciar que volvió la Poliomielitis con el grado de epidemia y eso… eso si es un grave problema.
Muchas veces, lamentablemente deben surgir grandes acontecimientos para valorar a los pequeños que nos rodean, ojalá no sea este anuncio el que provoque ese cambio porque entonces si… de nada habrá servido el esfuerzo de aquellos viejos nuestros que trabajaron a sol y a sombra por un mundo mejor.
«La juventud tiene el temperamento vivo y el juicio débil», Homero.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556
CHIRLO = Herida o cicatriz alargada en la cara / CHIRLAR = Hablar atropelladamente y metiendo ruido.