Por Ricardo Bustos
Los supuestos (e imaginarios) enemigos políticos del gobierno nacional, quedaron expuestos en la triste foto que mostraron durante los debates por «ganancias» en las dos cámaras legislativas. Hay gestos en los que el peligro mas grande para un político que pretende convertirse en líder de un sector deben evitarse y quizá, lo mas importante sea salir en una foto con quienes, por algún pasado cuestionado por muchos, le arrimen una mochila mas pesada que garrafa de 10 kilos para sus ambiciones mas cercanas en el tiempo.
Por lo que se ha visto hasta el momento, el gobierno nacional consiguió lo que quería y como quería, habida cuenta que involucró en las tratativas por el techo para descontar ganancias a los trabajadores, a todos los gobernadores, haciéndolos partícipes involuntarios y dejándolos pagando el costo político a los que negaron el acompañamiento al oficialismo y recostando su sentimiento de alianza ideológica en el proyecto de Massa, Kicillof o Bossio, el mismo que ni la CGT tenía en cuenta porque lo consideraba inviable a la hora de informar de donde saldría el dinero para financiarlo.
Si hay algo que hasta este momento la mayoría de los argentinos no entendemos, es el verdadero motivo que llevó a los dirigentes sindicales a realizar una medida de fuerza en medio de las negociaciones y que solamente perjudicó a quienes ellos dicen defender. Es obvio que Massa, Kicillof, Bossio, los gordos de la CGT o cuanta organización trucha que impidieron a los ciudadanos cumplir con sus obligaciones laborales al no contar con servicio de transporte, han sufrido las consecuencias de esta descabellada medida.
Si en algo ha cambiado el panorama político nacional es que ya nadie tiene fuerza propia desde su sector para presionar a un gobierno cortando las calles y se ha levantado un muro muy difícil de pasar toda vez que los «aguiluchos» que ha elegido el presidente para «negociar» cualquier tema que comprometa la gobernabilidad, no son «bebes de pecho».
Si hacemos un poco de historia, deberemos reconocer que tanto en las casas de las familias Frigerio o Triaca, se respiraba desde la mañana a la noche, el aroma de la política que entraba por las ventanas. El Ministro del Interior no nació a la política de un repollo ya que por sus venas corre la sangre de su padre y su abuelo, este último, junto a quien fuera presidente de los argentinos Arturo Frondizi, fundó el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), «Desarrollistas» que venían de un origen Radical y como sucedió en todos los partidos políticos del país, en su momento se fueron del radicalismo y formaron otra corriente que llamaron Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) de la que también participó otro grande de la historia política nacional como fué Don Oscar Alende, quien no conforme con la nueva formación, también se fué de la UCRI y formó el Partido Intransigente (PI).
Es fácil si leemos un poco de historia contemporánea, comprobar que estos hombres nacieron a la política en la Universidad bajo el amparo el Partido Comunista Argentino, pero el andar caminos sinuosos los fué llevando hacia otras formas de hacer política e incorporarse a los gobiernos en diferentes cargos.
El caso del joven Triaca, su pasado familiar no radica solamente en la política. Su padre Jorge Alberto Triaca, fué un importante sindicalista y político argentino que ejerció como Diputado Nacional entre los años 1985 a 1989 y como Ministro de Trabajo de la Nación entre 1989 a 1992. También ocupó el cargo de Secretario Adjunto de la Unión Obreros y Empleados Plásticos y fué Secretario General de la CGT Azopardo. Mas allá de las críticas que puedan recibir los dos «jóvenes negociadores» del gobierno macrista, nadie puede negar que en el biberón de aquellos niños hubo algo mas que leche hervida.
En síntesis, el gobierno ha logrado lo que quería. En primer lugar hacer pagar el costo político a todo aquel que se opusiera a su proyecto porque la premisa era beneficiar a los trabajadores y luego desenmascarar a los gobernadores que en las reuniones decían una cosa y después en las reuniones del Partido hacían todo lo contrario.
Los gremios, quizá en la peor etapa de los últimos años, difícil de superar en el corto plazo por las ramificaciones en las que se ha desgranado el movimiento sindical, debieron aceptar y «sin chistar» aquello que la política de un lado y otro, ponía sobre la mesa para cambiar de una vez por todas las cosas que nacieron mal el día que se aprobó el primer régimen de ganancias cobrando impuesto al trabajo.
Nadie sabe como será el futuro de la gobernabilidad en el país, pero si de algo estamos seguros es que lamentablemente en las calles, seguirán apareciendo grupos de piqueteros que, al pertenecer a los extremos irreconciliables de las ideologías, no han encontrado (y seguramente no encontrarán) un lugar donde canalizar sus diferencias con el resto de la sociedad, por lo tanto como siempre habrá quien contrate mano de obra desocupada, tendrán asegurada su permanencia a la intemperie de una nación que día a día va perdiendo su identidad y lo peor es que no se quiere parecer a nada que haya dado resultados positivos en la historia de la humanidad.
Han pasado muchos gobiernos y lo único que ha crecido es el delito, las muertes, corrupción, violencia de género, violaciones, entraderas, salideras, negocios fraudulentos que comprometen a empresarios y políticos en todas las administraciones, los jóvenes dando vueltas en una burbuja que les impide pensar y los mayores resignados porque sus jubilaciones de miseria los llevan cada día mas rápido a las puertas del cementerio.
Solo una frutilla le falta a este macabro postre: El gobierno de San Luis, aquel que siempre nos vendió la imagen de mejor provincia, hoy nos dice que se suspenden los exámenes trimestrales en el secundario «porque los adolescentes se estresan» y con medidas como esta, afirman que están dispuestos a separarse de la República como Estado soberano. Recordemos que uno de los dos referentes importantes de la provincia, fué presidente de los argentinos.
«Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza». Alfred Tennyson-poeta inglés (1809-1892)
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556