Es un buen tipo mi viejo,
que anda solo y esperando,
tiene la tristeza larga,
de tanto venir andando.
Yo lo miro desde lejos,
pero somos tan distintos;
Es que creció con el siglo,
con tranvía y vino tinto.
Viejo, mi querido viejo,
ahora ya camina lerdo,
como perdonando al viento.
Yo soy tu sangre, mi viejo;
Soy tu silencio y tu tiempo.
Él tiene los ojos buenos
y una figura pesada,
la edad se le vino encima,
sin carnaval ni comparsa.
Yo tengo los años nuevos,
y el hombre, los años viejos;
el dolor lo lleva adentro
y tiene historia sin tiempo.
Viejo, mi querido viejo,
ahora ya camina lerdo,
como perdonando al viento.
Yo soy tu sangre, mi viejo;
Soy tu silencio y tu tiempo.
Yo soy tu sangre, mi viejo;
Soy tu silencio y tu tiempo.