Si se calla el cantor calla la vida,
porque la vida misma es toda un canto;
si se calla el cantor muere de espanto,
la esperanza, la luz y la alegría.
Si se calla el cantor se quedan solos,
los humildes gorriones de los diarios;
los obreros del puerto se persignan,
quién habrá de luchar por su salario.
Y qué ha de ser de la vida si el que canta,
no levanta su voz en las tribunas;
por el que sufre, y por el que no hay ninguna
razón que lo condene a andar sin manta.
Si se calla el cantor muere la rosa,
y de qué sirve la rosa sin el canto,
debe el canto ser luz sobre los campos,
iluminando siempre a los de abajo.
Que no calle el cantor porque el silencio,
cobarde apaña la maldad que oprime,
no saben los cantores de agachadas,
no callarán jamás de frente al crimen.
Que se levanten todas las banderas,
cuando el cantor se plante con su grito,
y que mil guitarras desangren en la noche,
una inmortal canción al infinito.
Si se calla el cantor... calla la vida...