Por Juan Tomás Valenzuela,
Ante el riesgo de contagio,
el presidente Medina,
no tiene las medicinas
pero si augura el naufragio.
Quiere hacer con el sufragio
lo mismo que con las clases,
aconsejando a las bases
dejar el proselitismo,
a ver si así el Danilismo
consigue un robo de base.
Ya salió Delis Herasme,
el enano y la mofeta,
los lambones de la Z
y los que quieren colgarme,
tratando que se desarme
el proceso electoral,
para así poder ganar
todo el tiempo necesario,
en desfalcar el erario
o en intentarse quedar.
Las medidas necesarias,
de acuerdo a estos trogloditas,
es que Consuelo y Fefita
(dos figuras legendarias)
sean las intermediarias
del proceso electoral.
Y que nadie tome a mal
si estás dos momias andantes,
designan cualquier rumiante
al solio presidencial.
Por su lado, el presidente,
anoche en su alocución,
habló de la situación
de manera inteligente.
Transmitió paz a la gente
a través de su dictamen.
Y aunque no habló del certamen,
pospuso hasta nuevo aviso,
otorgar cualquier permiso
que constituya un gravamen.
No habrá clase, ni trabajo,
ni aglomeración de gente,
y solo habrá presidente
para temas de relajo.
Se pueden ir pa’l carajo
los que quieran caravana,
ni Gonzalo, ni su hermana,
ni Pechito, ni Amarante,
podrán hacerle un desplante,
cambiándose de patana.
Juan de los Palotes
18 marzo 2020