Por Juan Tomás Valenzuela
Al compadre Pablo Ross
por privá en tiguere gallo
lo mandaron pa’Najayo
y sin pasarlo por GO!
El tipo, que desplumó
a su propia muchachita,
está cobrando colita
en la misma fiscalía,
por la vulgar felonía
de manosear pajuilitas.
El otrora intelectual,
dueño de un verbo envidiable,
está tragándose un cable
en la entrada del penal.
Dizque lo van a juntar
con los otros manigüeros,
pa’ ver si algún carcelero
que le haga falta mujer,
quisiera encargarse de él
para usarlo de llavero.
A Ross, le echaron 3 meses
solamente de coerción,
asi que su situación
es peor de lo que parece.
Si el cree que eran pequeñeces
lo que hacía a esa muchachita,
que espere a ver la blusita
que los presos del penal
le pondrán a él, al entrar,
para ver si así se excita.
Lo que le espera a este mangrino,
en la cárcel de Najayo,
por estar de pariguayo
creyéndose en fruto fino,
No lo deseo ni al felino,
amo y señor de los vientos,
ni a Cavada, ni al jumento,
ni a mi enemigo peor,
es más, ni al benefactor
con el que tanto disiento.
Juan de los Palotes
26 septiembre 2018