Por Juan Tomás Valenzuela
El tigueraje pasado
del señor Alain Rodríguez
ha hecho que se investigue
su accionar por todos lados.
El hombre tenía guardado
en su caja de caudales,
para cuando los fiscales
allanaran su vivienda,
plátanos pá la merienda
junto a pruebas procesales.
Al lado de los contratos
que tenía con Julio Cury
había CD’s de Bunbúry
y dos raperos recatos.
Cuatro libras de boniato
pá una habichuela con dulce,
una brochure de Santurce
junto a fotos de San Juan,
aguacate, queso y pan
y un chin de pollo agridulce.
Parece que Yanalán
sabía que era investigado.
Ya sea porque era informado,
o que era parte del plan.
Y entonces les dejó pan
con salami a los fiscales,
sabiendo que estos chavales
pasaban las de Caín,
porque ganando tan chin,
no sabían cómo ni cuáles.
A lo mejor fue un gazapo
lo de usar la caja fuerte
como despensa liberte
pá guardar rulo y harapos.
Más lo cierto es que este capo,
que se creyó omnipotente,
fue tan vulgar e imprudente
durante toda su vida,
que lo de guardar comida,
fue lo más inteligente.
Juan de los Palotes
13 julio 2021