Por Juan Tomás Valenzuela
Abierto a cualquier oferta,
el dueño de Tokio Motors
quiere vendé antes de agosto,
a precio de vaca muerta,
la planta de la reyerta
que construyó el Grupo Estrella.
Pues cree que saliendo de ella,
también sale del conflicto,
que lo convierte en convicto
de la famosa querella.
La pusieron en oferta,
hasta en los clasificados,
a ver si por algún lado
le pueden buscar la vuelta,
a la maniobra encubierta
de dolo y de corrupción,
que a través de Ángel Rondón
y de sus dos edecanes,
todos estos charlatanes
lograron su plan de acción.
El gobierno va a perder
casi 800 millones,
a más de otras inversiones
si esto se logra vender.
Así lo comentó ayer
Don Bernardo Castellanos,
que sabe más que Trajano
de eso de electricidad,
de inversión, de honestidad
y otros temas cotidianos.
“Le van a vender la planta
a los mismos chantajistas,
que actuando como arribistas
nos pisan por la garganta”.
En la operación “non sancta”
como la del capaperro,
Danilo, comete un yerro,
pues solo en malversaciones,
se van mucho más millones
que en la venta de estos fierros.
La planta de Catalina,
como bien lo ha dicho Fafa,
es la peor de las estafas
que ha hecho Danilo Medina.
Si Dios, no nos ilumina
de aquí al 20 de febrero,
el maldito atolladero
en el que estamos metidos,
podría dejarnos moridos,
o por lo menos… encueros.
Juan de los Palotes
15 enero 2020