Por Juan Tomás Valenzuela
Desde la ciudad más grande
de la nación Brasileña,
Alicia, nos trae las señas
de un conflicto que se expande.
Sin que a ella nadie la mande,
(anda con recursos propios)
se fue con un microscopio
para, minuciosamente,
escopear los expedientes
y sacar los nombres propios.
Apodos tan proverbiales
como “el Arabe” y “Pechito”,
“Lucia mochila”, “el Mudito”
y “Jungla de Marsupiales”,
salen expuesto a raudales
en los libros de sobornos,
donde detalla el entorno
de las entregas furtivas,
el pago de megadivas,
coimas y hasta fiestas pornos.
“Casa uno” y “casa dos”,
nombre que posiblemente
refieran abiertamente
al partido de Juan Bosch.
“el Ñoquito”, “Sigma2”,
Reinaldo “cabeza e’ huevo”,
“Raquiñita”, Prin “el griego”,
“el pastor” y “Valentín”
pudieran marcar el fin
de estos corruptos de Lego.
Codenames como “la Ardilla”
“T galán” o “Lidio Bocca”,
o “la senadora loca”
y el otro hijuelase…
o el de “bug… de orilla”,
como llaman al de Azua,
que se ha sumado a la causa
después de que el de Gurabo,
dejó un lío hecho en Itabo
al perder por andropausia.
¿A quien se referirán
cuando dicen “el delfín”?
No creo que sea a Valentín,
porque a ese lo exhonerán.
Aunque no está Yanalán
en la lista de coimados,
el nombre “degenerado”
yo lo vi como tres veces,
al lado de varios jueces
qué hay entre los sobornados.
Juan de los Palotes
10 agosto 2019