Por Juan Tomás Valenzuela
El cúmulo de fracasos
de Castaños en la Junta
es solamente la punta,
o el principio de su ocaso.
Yo no creo que este pelmazo
llegue en el puesto hasta enero,
pues si es por el derrotero
porque está llevando al pleno,
lo justo es que hasta veneno
le administren por rastrero.
De la sarta de diabluras,
la primera fue el arrastre,
que se ha convertido en lastre
de esta singular criatura.
La poca comedidura
de esta suerte de marmota,
lo hizo joder con “la cuota”
y allí también le fue mal,
gracias a que el tribunal
no le aprobó ni la J.
Después de estos dos fracasos
que experimentó este león,
trajo automatización
y en consecuencia, el rechazo.
Pero aún así, este payaso,
creyéndose irreprochable,
contrató a unos destestables
pá hacer una auditoría,
con la que se pretendía
que el fraude se vea confiable.
Un tál Juan de los Palotes
junto a algunos periodistas,
le sacaron una lista
de errores a este monigote.
Lo que le hán dáo no es azote
a la Deloitte y a Castaños,
y aunque parezca algo extraño,
él como que entró en razón
y ya la empresa en cuestión
no se prestará a este engaño.
Había que verle el semblante
al bandido de la Junta,
al responder las preguntas
ante una prensa instigante.
No se le dió a este maleante
el plan con la auditoría,
y es que esta chapucería
va más allá de Deloitte,
porque Castaño y su boite
son ejemplos de anarquía.
Juan de los Palotes
15 noviembre 2019