Por Juan Tomás Valenzuela
Pagando un precio más caro
que el que vale en Villacón,
Gonzalo, ha enviado a un bufón
con más muela que Margáro,
a observar, con el descaro
que garantiza su impronta,
a un patán de poca monta,
que trabaja pá Pepín,
a irse de viaje a Pekín
en la travesía más tonta.
Con un trato similar
al del viejo capa perro,
y usando de testaferro
al vedetto de un canal,
Gonzalo mandó a volar
a 4 de sus aviones,
dizque a comprar molondrones
a la China de Jinping,
con los que este malandrín
busca despertar pasiones.
Pero el error de Gonzalo
no fue enviar su avión a China
fue mandar a esta bocina
que hoy enfrenta un acorralo.
Ni el peco, ni el pejepalo,
ni la princesa mugrosa,
tienen la piel más sarnosa
que este cerdo petulante,
que a más de sucio y farsante
tiene una historia dudosa.
¿Quien manda un avión a China
solo para hacer campaña?
Un protervo mala maña,
o alguien que se siente en ruinas.
Y mandar a una bocina
sin prigilio ni respeto,
que sirva de parapeto
ante esta vulgar falacia,
yo no creo que le haga gracia
ni al indio Emiliano Prieto.
Juan de los Palotes
20 abril 2020