Por Juan Tomás Valenzuela
Llegamos a los 100 días
recargados de esperanza,
con un nivel de confianza
que hace tiempo, aquí no había.
El nivel de bonhomía
que nos muestra el presidente,
es un tanto diferente
a la que en meses pasados,
nos presentaba el tarado
que Danilo, puso en frente.
En la alocución de antier
vimos a un Luis, sopesado,
diferente al desgraciado
que sustituyó a Leonel.
Aunque claro, este lebrel
no inspiraba más confianza.
Pero el dejo de venganza
que había entre este hombre y Medina,
nos libró de la letrina
que nos suponía su alianza.
Son 100 días de honestidad,
de pulcritud, de decencia,
que desde la presidencia
se brinda a la sociedad.
La propuesta de equidad
que presenta Abinader,
no la presentó el lebrel
que gobernó por tres veces,
ni el que se comía las S’s,
ni el penco, ni el Canciller.
Pá poner la tapa al pomo,
tan solo falta que a Temo
lo procesen por blasfemo
o por bebedor de romo.
Si se ponen de palomos
a desafiar el poder,
van a hacer que Abinader
suelte en banda a Berenice
y amarre por las narices
a todos en el cuartel.
Juan de los Palotes
17 noviembre 2020