Por Juan Tomás Valenzuela
Comparando a Nalgarita
con la señora Raquel,
se evidencia que el poder
no es para cualquier loquita.
Doña Raquel, exquisita,
como todas las Arbaje,
llegó a Londres con un traje
al mejor estilo sastre,
Nalgarita, fue un desastre
con todo ese amarillaje.
Es notorio que Raquel
siguió cuidadosamente
los detalles del ambiente
sobre qué se iba a poner.
La que andaba con Leonel,
para no decir su nombre,
le han puesto de sobrenombre
el Hada de los Sombreros,
por el estilo rastrero
con qué fue a aquel desalfombre.
Con un traje valorado
en un cuarto de millón,
Raquel, vistió la ocasión
del modo más adecuado.
Cuquita, por otro lado,
parece que andaba en droga,
vestida de Tony Boga,
el modisto fariseo,
disfrazada de guineo
y bombín de pedagoga.
Con Raquel, en Buckingham
me siento representado,
igual que todo el Estado,
con todo ese tafetán.
Lejos de la choripán
que generó tantas broncas,
habiendo dejado tronca
la figura del mesías,
que fue con esta ruyía
vestida de Willy Wonka.
Juan de los Palotes
6 Mayo 2023