Por Juan Tomás Valenzuela
MI RECONOCIMIENTO AL MINISTRO DE SALUD, LA UNICA CABEZA PENSANTE, DENTRO DE ESTE GRUPO DE CRETINOS DEL GOBIERNO.
Ya son tres las comisiones,
de emergencia y de gestión,
que este ungido cachetón
nombra desde sus balcones.
De esa trulla de guasones
que forman las comitivas,
la elección menos nociva
es la del mismo ministro,
que tiene mejor registro
que aquel ñú comeboñiga.
La primera comisión
se hizo sin ningún criterio,
pues nadie tomaba en serio
la terrible situación.
“Más malo sale Rondón
que ese virus oriental”;
Comentaba Euri Cabral
minimizando el efecto,
mientras le besaba el recto
al Penco y al mayoral.
Se intentó un segundo intento,
para intentar detener,
al virus, que al parecer,
se pensaba que era un cuento.
Pero fue otro grito al viento
esta nueva comitiva,
que se movía a la deriva
sin lograr nada concreto,
pues solo era el parapeto
de una acción poco efectiva.
Como es la 3 la vencida,
se formó otra comisión,
a ver si en esta ocasión
salía alguna señal de vida.
Pues con la nueva embestida
de un virus que no cesaba.
Y toda la mierda y más baba
que nos contaba el gobierno,
solo el Penco hijo de cuerno,
era el chivo que más meaba.
Habrá que ser muy mezquino
para no reconocer
que el ministro Rafael,
que no es mago ni adivino,
más que la luz del camino,
ha sido la voz cantante,
que frente al camino errante
que ha tomado el presidente,
actuando más que consciente,
se porta como un gigante.
Juan de los Palotes
2 abril 2020
