Por Juan Tomás Valenzuela
El presidente Medina,
según la prensa publica,
se resbaló con la SICA,
subiéndose a la tarima.
La providencia divina,
fue que evitó que Danilo
no se nos haya caído
frente a los jefes de Estado,
que estaban anonadados
con el traspiés del Ungido.
¡Debió romperse la madre!
dijo alguien de Venezuela,
soltando una carcajuela
y abrazando a su compadre.
“Eso es jarto de vinagre
que él acudió a esta reunión,
pues con ese rebalón
que ha dado este presidente,
no parece ciertamente
que su tufo sea de ron”.
Danilo, tras el tropiezo,
se sacudió la camisa,
y caminando de prisa
salió del bochorno ileso.
Cuando lo ví, les confieso,
que deseé con interés,
haberle metido el pié
pa’que se rompa el jocico
y cantarle un villancico
con toda mi mala fé.
30 junio 2018