Por Juan Tomás Valenzuela
El tribunal colegiado
decidió no incorporar
lo que debía delatar
uno de los conjurados.
El testimonio acordado
por algunos delatores,
no recibió los favores
de Tania y las dos Gissel,
dejando estas entrever,
que sirven a otros señores.
El tribunal presidido
por estas tres magistradas,
no quiso aceptar, por nada,
lo que se había compelido.
Los compinches del ungido
que vendrían desde Brasil,
tában prestos a decir
dentro de la delación,
la implicación de Rondón,
de Temo y todo el redíl.
Pero como aquí el juzgado
solo es fiel a los culpables,
no habrá mecanismos viable
para que los acusados,
pudieran ser condenados
por las pruebas expeditas.
Y siendo estas carajitas
socias de Henry Molina,
ni a Rondón, ni a los Medina,
se les cantará colita.
Acogiendo una objeción
en favor de los culpables,
las tres juezas despreciables,
hijas de la corrupción,
rechazaron la moción
que premiaba a delatores,
que al igual que Pedro Flores
cantarían en el juzgado,
todo lo relacionado
con todo estos malhechores.
Juan de los Palotes
21 abril 2021