Por Juan Tomás Valenzuela
“Es bueno que quede claro
y por demás advertido,
que la unidad del Partido
en mi está garantizado”
Asi empezó el enunciado
en el cual, Temo Montás,
desprovisto de antifáz
y de su pata de cabra,
dijo en sus propias palabras
¡Yo reencarno a Barrabás!
Si hay un conflicto pendiente
con “Dios” y con el ungido,
que la unidad del Partido
la asuma este ser viviente.
“Soy el mejor exponente
pa’mantenernos unidos,
pues si Leonel y el ungido,
no pueden hacer las paces,
no existe otro mala clase
mejor, pa’embollar el hilo”.
Temo hizo su alocución
ante cientos de parásitos,
movidos por el ya clásico
pica pollo y pote e’ron.
Dijo estar en condición,
por su alma de malhechor,
de ser el propiciador
de una unidad hegemónica,
como la de João y Monica
con nuestro benefactor.
Lo que me causa sorpresa
es ver a este cara dura,
lanzar su candidatura
sin ná de delicadeza.
Un carajo que atraviesa
por la grave acusación,
de asociarse con Rondón,
con Danilo y con João
y dejá al pueblo amarráo
en su lío de corrupción.
Si es que Temo puede ser
aunque sea candidato,
por Dios, que este pueblo ingrato
debía desaparecer,
¡Carajo! ¿Cómo va a ser
que este calvo coprolito,
admitiendo su delito
la vez que estuvo encartado,
a más de haberlo soltado,
también lo dejen inscrito?
Juan de los Palotes
14 octubre 2018