Por Juan Tomás Valenzuela
Esta ha sido una semana
repleta de adversidades,
deudas, fraudes, mezquindades,
seguridad ciudadana,
y esta migración haitiana
que se ha vuelto incontrolable,
ese nuevo look de Amable
que parece un megadivo,
y el porte de “jiedevivo”
de este ungido despreciable.
Empezamos la agonía
con un Pacto Migratorio,
ante el grito disuasorio
de toda la sitiería.
Pero la bellaquería
de ese mudo petulante,
fue enviar a Miguel, alante
a azotar el polvorín,
y luego, cual Chapulin,
venderse como el salvante.
Pero en lo que la nación
se entretenía con el pacto,
el benefactor de facto,
trastabillando el guión,
le endosa a la población
otro préstamo bancario,
resquebrajando el erario
de manera irresponsable,
haciendo casi inviable
nuestro sostén fiduciario.
Ayer Luis Abinader
lo tildó de irresponsable,
por hacer casi impagable
esta deuda que en su haber,
este hijo de Lucifer
le ha endosado a este país.
Ni en los tiempos de Lilis,
Pedro Santana y Trujillo,
habíamos tenido un pillo
más malo que este infeliz.
Poniendo la tapa al pote,
ya que un mal no viene solo,
la falta de protocolo
hizo que una industria explote.
Haciendo que se alborote
todita la capital.
y la respuesta oficial
ante el terrible desastre,
fue mandar a su pillastre
a ofender y maltratar.
Juan de los Palotes
7 diciembre 2018