Por Juan Tomás Valenzuela
Ahora que el ministro Hernández
nos habla de “estancamiento”,
rememoro este momento
para que alguien se lo mande.
Sí se originó un desmande
del programa educativo,
que a él le entregaron vivo
el mismo día que asumió,
pero no lo alimentó,
ni le puso paliativo.
El día que se fue Fulcar,
dejó en manos de Miyagi,
dos sobres de sopa maggi
y un programa qué operar.
Pero en vez de ejecutar
el programa mencionado,
el chino se ha concentrado
en revelar corrupción,
sin decir a qué gestión
es a la que ha señalado.
Ahora Miyagi, revela
que existe en este momento,
un terrible estancamiento,
tanto en liceos como escuelas.
Pero lo que sobra es tela
y vainas para cortar,
pues recuerdo que Fulcar,
al deponer su gestión,
le entregó su plan de acción
pá que pueda trabajar.
Ahora nos dice el ministro
que esa vaina está estancada.
Que no ha podido hacer nada
por la falta de registro.
¿Y qué hubo del suministro
que le dejó el anterior?
Que aunque no era “lo mejor”,
según la prensa amañada,
al menos, dejó iniciada
la ruta hacia algo mejor.
Dentro del plan de programas
que Fulcar, dejó en archivo,
están los dispositivos
que esta gestión desparrama.
Las cátedras Ciudadana
de la pasada gestión,
el inglés por inmersión,
capacitación docente,
la mejoría de nutrientes
y la uniformización.
Para salvar su pellejo,
yo no dudo que el ministro,
presente el mismo registro
que hizo el otro locoviejo.
Que quiera hacerse el pendejo
y diga que Educación,
está cargando un crespón
con la nómina docente,
y convenza al presidente
de que esa es la situación.
Juan de los Palotes
31 mayo 2023
